Mi Misericordia abarca todas las razas, colores, religiones
viernes, 2 diciembre 2011 23:35
Mi querida hija, mantente fuerte y piensa en las buenas noticias, en que Mi Misericordia traerá a la mayoría de Mis queridos hijos de vuelta al Seno de Mi Sagrado Corazón.
Esas pobres y desafortunadas almas que han empeñado sus vidas en la maldad necesitan tu sufrimiento para poder salvarse. Aunque esto es extremadamente difícil de entender y, desde un punto de vista humano, muy duro de asimilar, debes confiar en Mí. Tu propio sufrimiento y el de Mis devotos seguidores va hacia la salvación de las almas. Nada de ello se desperdicia. Este sacrificio es un regalo para Mí. Recuerda, el sufrimiento también alivia Mi carga.
Cansado de Mi propio sufrimiento, hija Mía, espero abrazar a Mis hijos finalmente, como uno con Mi Padre Eterno.
Piénselo así. Cuando cualquier miembro querido de una familia emigra y vuelve a casa después de muchos años, cuánta emoción hay, cuánto regocijo. Piensa en la nostalgia que siente un padre o una madre por un hijo o una hija que no ha visto en muchos años y cuánto significa el reencuentro.
Los amo a todos ustedes, hijos, con una pasión duradera. Espero con impaciencia nuestro reencuentro, cuando pueda abrazaros fuertemente a cada uno de vosotros en Mis Brazos y estrecharos contra Mi Corazón. Mi familia está lista para reunirse al fin, por primera vez desde que el Paraíso fue creado para Adán y Eva.
Derramo Mi Amor y Misericordia, para que cubra a todos Mis hijos en todos los rincones del mundo, cubriendo todas las razas, todos los colores, todas las religiones y todos los pecadores.
Espera este gran momento en el tiempo. Por fin desaparecerán para siempre el odio miserable, el sufrimiento, el malestar, la desconfianza, la codicia, la violencia y otros males. Imaginad cómo será, niños, una nueva y maravillosa Era de Amor y Paz en el mundo.
Que nadie se pierda esta vida de felicidad eterna. ¿Desearías que alguno de tus hermanos o hermanas no estuviera incluido? Porque si no lo estuvieran sufrirían la oscuridad eterna en los fuegos del Infierno por toda la eternidad. Recordadlo, niños. La eternidad. No puede haber vuelta atrás después de entonces.
Reza para que todas las almas puedan heredar este Paraíso. Reza por aquellas almas por las que te preocupas personalmente. Reza por todas las almas.
Tu Jesús
Salvador y Redentor de toda la Humanidad
La llama del amor apaga el fuego del odio
domingo, 2 diciembre 2012 17:40
Mi querida y amada hija, sólo cuando eres el blanco del odio puedes comprender verdaderamente el poder que el maligno tiene sobre la humanidad.
El odio es provocado por Satanás, que lo utiliza para tentar a las personas a que se vuelvan contra sus hermanos y hermanas.
El odio engendra odio, cuando una persona odia a otra y suele estar causado por la ira.
La ira puede surgir como resultado de una diferencia de opinión. Si no se controla, puede convertirse rápidamente en odio.
Cuando alguien ataca a otra persona, organización o nación por una diferencia de opinión, puede desencadenarse un torrente de odio en un breve espacio de tiempo.
Por eso insto a todos los que se encuentren en el punto de mira de esa ira a que mantengan la dignidad en todo momento. Incluso cuando alguien te insulta, cara a cara o a tus espaldas, debes tener cuidado de no enfrentarte a él. Si lo haces, caerás en la tentación de pecar.
Satanás anima a la gente a enfadarse. Luego utiliza la ira para crear ira en la siguiente persona, y así continúa hasta que el odio se inculca en ambas partes.
Él, el maligno, inspira odio para poder causar división.
La división es lo contrario de la unidad. La unidad es una gracia de Dios. Cuando las personas están unidas como una sola y se respetan mutuamente, el amor está presente. El amor es Dios, así que Dios ha inspirado esta unidad.
Satanás utiliza el odio para provocar la división de las naciones, la ruptura de los matrimonios, los asesinatos y el desarrollo de la delincuencia. Cuando Satanás haya sido conquistado, el odio será finalmente desterrado y no volverá a existir en el mundo.
El amor puede acabar con el odio. Cuando una persona se enfada contigo, debes intentar responder con amor. Puede que te resulte muy difícil hacerlo pero, con Mi ayuda, descubrirás que el odio se diluirá rápidamente.
La llama del amor apaga el fuego del odio. Lo anula. El amor es Dios y, como Dios tiene un gran Poder sobre la bestia, entonces ésta es la solución para expulsar a la bestia de vuestras vidas.
Hace falta mucho valor para levantarse, como víctimas, contra el odio. Si hacéis lo que os pido y me invocáis para que os dé valor, podréis vencer el odio.
Tu Jesús
Todo hombre posee rasgos de Mi Padre
martes, 2 diciembre 2014 23:10
Mi querida y amada hija, a pesar de los días de oscuridad, que se avecinan, mientras el mundo es purgado del pecado, y cuando Yo seré rechazado por no ser ya relevante, Yo Soy un Dios de Gran Misericordia.
Te recuerdo que Yo perdono fácilmente y amo a todos con cada parte de Mi Ser, aunque muchos Me atormentan con su indiferencia y su odio hacia Mí. Acepto el hecho de que no Soy amado como antes y que la fe de Mi pueblo se ha enfriado porque esto estaba predicho. Mi Deber ahora es liberar al hombre de la esclavitud impuesta sobre él por Satanás, a través de la tentación. Mientras el hombre no crea en Satanás -el mayor azote que enfrenta la humanidad- no aceptará Mi Bondad, Mi Amor o Mi Existencia.
Es difícil para todos ustedes que Me conocen permanecer en estado de gracia. Pensad cuán perdidas están las almas que no Me hacen caso; las que saben Quién Soy, pero no Me dan nada de su tiempo; las mismas almas a las que se les dieron los Sacramentos y la Verdad, pero que renuncian a su derecho a Mi Reino. Muchos de ellos idolatran a dioses falsos y se entregan, casi a diario, a la búsqueda de cosas, que no vienen de Mí. Ninguna de estas personas Me ama pero Yo los amo y siempre los amaré porque ellos son parte de Mi Carne.
Luego están aquellas almas que Me son desleales, que Me traicionan y que están dispuestas a creer en nuevas revelaciones, que cuestionan Mi Divinidad. También ellas han dejado que disminuya su amor por Mí, pero Yo las amo tanto como amo a los que Me aman con todo su corazón. Nunca dejaré de buscar un lugar en sus corazones, buscando un momento en el que puedan responderme, o en el que puedan finalmente aceptar Mi Gran Misericordia.
El hombre está hecho a imagen de Dios. Como cualquier padre, Dios se ve a Sí mismo en los Suyos y esto le produce una gran alegría. Todo hombre posee rasgos de Mi Padre. Hay bondad en todos y es esta bondad la que te demuestra que Dios está presente. Alégrate cuando veas bondad, amor, paciencia y grandes actos de caridad, porque puedes estar seguro de que la Presencia de Dios está actuando en las almas que muestran estos rasgos. Es esta bondad, dentro de los corazones de los pecadores, la que vencerá al mal. Nunca debes perder la esperanza porque Yo Soy siempre misericordioso y Mi Compasión lo abarca todo. Yo nunca rechazaré a nadie que Me llame. Yo solo deseo traerles Mi Amor, Mi Paz y Mi Glorioso Reino.
Oren, Mis queridos seguidores, para que Yo pueda encender el amor dentro de los corazones de aquellos que se han alejado de Mí. Lucharé hasta el amargo final para poder reunir a todos los hijos de Dios y, especialmente, a Mis enemigos y traerles la salvación eterna.
Tu Jesús