viernes, 11 marzo 2011 15:30
Mi amada hija, la Purificación, que será sufrida por la humanidad a través de guerras, terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis, olas de calor y deslizamientos de tierra, continúa debido a los pecados de la humanidad.
Sólo aquellos que se vuelven a Mí, su Divino Salvador y su Creador, Mi Padre, su Padre, pueden ser salvados. Nunca mires a Mi Padre con temor porque Él ama a todos Sus hijos. Sin embargo, Él aplicará castigo a aquellos que se nieguen a aceptar Su Existencia. Su Paciencia ahora, mientras el mal, la falta de fe y el obsceno amor del hombre por sí mismo continúa, está llegando a su fin.
Mi Padre Eterno, Dios el Hacedor y Creador de todo, ama a todos Sus hijos con una ternura que los padres sienten por sus hijos. Pero al igual que los padres, los padres responsables hacen, sus hijos son castigados, si cometen actos, que son agresivos, o inaceptables. Así también ahora la Ira de Mi Padre será liberada en el mundo en este tiempo. Este, hija Mía, es como te he dicho el Año de la Purificación.
La gente de todas partes comprenderá que estos acontecimientos no son naturales. Son causados por la intervención Divina para hacer que el hombre comprenda, finalmente, la Verdad de las Escrituras.
Reza, reza por la conversión.
Tu amado Jesucristo
martes, 11 marzo 2014 20:39
Querida hija mía, cuando di a luz a mi Hijo, esto significó que no sólo entregué al Hijo del hombre, al Salvador del mundo, sino que también di lugar a un nuevo comienzo. El mundo fue redimido por el nacimiento de mi precioso Hijo y la humanidad recibió un Don muy especial. Este Regalo fue rechazado, pero la humanidad todavía se beneficia hoy, porque muchos han aceptado la Verdad.
El nacimiento de mi Hijo anunció el nacimiento de su Iglesia en la Tierra, pues ambos nacieron de mí, una simple sierva del Señor. Seré yo, la mujer vestida de sol, la que será desterrada por la serpiente, junto con la Iglesia de mi Hijo, al desierto. Todo rastro de mí, la Madre de Dios, será borrado. Las apariciones que se me atribuyan serán ridiculizadas y los enemigos de la Iglesia de mi Hijo instruirán a la gente para que rechace toda credibilidad asociada a ellas. Entonces, la Iglesia de mi Hijo será descartada, junto con aquellos que son verdaderos seguidores de Cristo. Las Santas Misas cesarán y mientras todo esto sucede, la serpiente dispersará a sus siervos y reclamarán sus asientos en cada iglesia cristiana. Tal será la magnitud de esta toma de poder que muchas personas, verdaderos creyentes, estarán tan asombrados que estarán demasiado asustados para levantarse y oponerse a la profanación que tendrán que presenciar, por temor a sus vidas.
Durante este tiempo, el Remanente de mi Hijo se reunirá en cada nación, en todo el mundo, y guiará a los perdidos y desconcertados, durante este terrible período de infestación. A este Ejército se le dará un gran poder sobre el mal, que será atestiguado en lo que una vez fueron las Iglesias de mi Hijo. Ellos, por el Poder del Espíritu Santo, predicarán la Verdad - los Verdaderos Evangelios - la Verdadera Palabra, dada al mundo en la Santa Biblia. La Biblia será desafiada abiertamente, por impostores en las Iglesias Cristianas y cuestionarán cada Enseñanza, que advierte del peligro del pecado. Tergiversarán su contenido y presentarán un nuevo libro rojo con la cabeza de una cabra incrustada dentro de su cubierta, escondida dentro del símbolo de la cruz.
Para el mundo exterior de los incrédulos, esto parecerá ser una revolución y una, que les fascinará y atraerá a aquellos que rechazan la Existencia de Dios. Grandes celebraciones comenzarán en muchas naciones. Darán la bienvenida a la celebración de la libertad, de todas las obligaciones morales, en nombre de la unidad global y una celebración de los derechos humanos.
La Luz de la Presencia de mi Hijo será sostenida en alto, como un faro, por aquellos que liderarán el Ejército Remanente de mi Hijo. Esta Luz continuará atrayendo almas, en todas partes, a pesar de la propagación del paganismo a través de todas las iglesias, de todos los credos, con la excepción de los dos testigos - los cristianos y los judíos, que permanecen fieles a la Voluntad de Dios.
Entonces, cuando amanezca el Gran Día y hayan pasado los tres terribles días de oscuridad, una gran Luz aparecerá sobre la Tierra. Esta Luz rodeará a mi Hijo y el sol, que estará en su máximo esplendor, descenderá sobre el mundo - ambos al mismo tiempo. Ninguna persona dejará de presenciar este espectáculo sobrenatural. El estruendo del anuncio será escuchado por todos a través de todas las formas de comunicación conocidas por el hombre. Por lo tanto, todos anticiparán un gran acontecimiento, pero no sabrán el tiempo, la hora o la fecha. Y entonces se reunirán aquellos cuyos nombres están inscritos en el Libro de los Vivos.
Reza, reza, reza para que el mundo no rechace la preparación, que es necesaria antes de que la humanidad pueda ver la Luz del Rostro de mi Hijo.
Tu querida Madre
Madre de la Salvación