Sólo la Luz de Dios puede traer la felicidad eterna

Mi querida y amada hija, el principio no tiene fin. Una vez que la vida es creada por Mi Padre y una vez que el hombre toma su primer aliento, existirá en cuerpo y luego en alma por la eternidad.

El mayor misterio de la Vida Eterna es que existe, elija o no el hombre. Al hombre se le ha dado el Don del libre albedrío y hasta el día de su último aliento en la Tierra tiene una elección. Puede vivir su vida, lo mejor que pueda y de acuerdo a las Leyes de Dios, y ganar su salvación, o puede desperdiciar la Verdad de la Existencia de Dios y vivir su vida de acuerdo a sus propios deseos. Cuando satisface sus propias lujurias, codicias y deseos contraviniendo la Palabra de Dios, corre riesgos terribles, que tendrán consecuencias para la eternidad.

El afortunado que obtenga la salvación más gloriosa vivirá una Vida Eterna de éxtasis en el Reino de Dios. Gozará de toda forma de gloria en unión con la Voluntad de Dios y vivirá una existencia perfecta, que nunca terminará. Aquellos que eligieron dar la espalda a Dios, incluso cuando todos los esfuerzos habrán sido hechos por Mí para salvar sus almas lamentables, también tendrán una existencia eterna. Lamentablemente, soportarán una terrible agonía en solitaria y desesperada desolación. También él resucitará, junto con los vivos y los muertos, pero su existencia será dolorosa, pues nunca verá la Luz de Dios. Sólo la Luz de Dios puede traer la felicidad eterna.

Cuando exhalas tu último aliento en la Tierra, esto significa simplemente que pasas a la siguiente etapa de tu viaje hacia la eternidad. Sólo hay un camino que tomar y es aquel en el que vienes a Mí. Cualquier otro camino te llevará a una existencia terrible y, sin embargo, muchas almas equivocadas creen que conocen la Verdad cuando rechazan la existencia de la eternidad.

Nunca debes rechazar la Verdad porque sólo la Verdad puede traerte la salvación eterna.

Tu Jesús