Estoy preparando al mundo para Mi Segunda Venida y muchos Me odiarán por esto

Mi querida y amada hija, no hay nada que Me ofenda más que aquellos que conocen Mis Enseñanzas, dadas al mundo a través del Libro de Mi Padre, pero que interpretan la Palabra de Dios para satisfacer sus propios deseos. Aquellos que tratan de intimidar a otros y que los atormentan, usando Mi Santa Palabra, cometen un grave error. Ellos no usan el Don del amor para impartir la Verdad. En su lugar, el odio, que es causado por el pecado del orgullo, corre por sus venas. ¿No sabes que Mi Palabra es eterna? Es sencilla para que todos los hombres, incluso los nacidos con poco intelecto, así como los que no tienen ningún conocimiento de Mí, puedan comprender lo que les digo. ¿Por qué daría Yo un sentido de Mi Palabra a uno y luego otro a otro?

A través del Mandato de Mi Padre, Yo Estoy preparando al mundo para Mi Segunda Venida y muchos Me odiarán por esto. Aquellos de vosotros que os consideráis la élite, los pocos elegidos y los autoproclamados profetas, no sois aptos para limpiar Mis Pies, tan llenos de odio estáis. Espoleados por el espíritu del mal y tan orgullosos, sois ciegos a la Verdadera Voz del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nunca puede caer sobre sus almas endurecidas y llenas de odio, porque ustedes no Me representan. Para aquellos de ustedes que entienden la Verdad contenida en el Libro Más Sagrado, la Biblia, sepan que no deben abusar de este Gran Regalo de conocimiento. Nunca debéis quitarle ni añadirle nada. Tampoco deben tratar de crear nuevas interpretaciones o significados.

Os estoy preparando a todos, sólo porque la mayoría de vosotros no aceptaría Mi Divina Misericordia de otra manera. Si Yo no los preparara adecuadamente, entonces ustedes no estarían listos. Y sin embargo, aunque les hablo ahora, muchos de ustedes Me insultan. Cuando hagáis el mal a los demás, sufriréis mucho. Aquellos de vosotros que hacéis el mal a otros y luego decís que lo hacéis en Mi Nombre, sabed que nunca os reuniréis Conmigo en el Paraíso. Cuando rechazáis la Palabra de Dios nunca aceptaréis la Verdad. Tan tercos sois, tan llenos de ego y justicia propia, que no podéis sentir el Verdadero Amor que sólo puede venir de Mí, Jesucristo. Aléjate de Mí, no te conozco. Tú no eres de Mí.

El espíritu del mal convencerá a muchos de que Mi Justicia será tan misericordiosa que todos serán admitidos en Mi Nuevo Paraíso. Pronto, cada Verdad documentada en los Evangelios será revisada y entonces será interpretada bajo una luz diferente. Muchos serán engañados y muchos no se molestarán en preparar sus almas, incluyendo aquellos que creen en Mi Segunda Venida. Este falso sentido de seguridad será el mayor engaño, ideado para negar al hombre su derecho natural al Reino de Dios. Donde no hay reconciliación buscada por el hombre para el perdón de sus pecados, no puede haber redención en Mis Ojos.

Mi Mano de Justicia se abatirá sobre la raza humana. Separaré a las almas ingratas -aquellas que eligen idolatrar a sus falsos dioses de oro y plata y a sus mundanos y orgullosos líderes- de los mansos y humildes. Mostraré Misericordia a todos los que Me rueguen que les dé cobijo, pero aquellos ruidosos y voraces autoproclamados profetas, que Me habrán negado las almas, nunca buscarán Mi Misericordia, pues su orgullo sólo servirá para separarlos de Mí por toda la eternidad.

Tu Jesús