jueves, 5 diciembre 2013 14:00
Volume 4herejíaLa SalettehumanitarismoBibliael mal en el mundotáctica del anticristoLa Iglesia caeráotras profecíasel Falso Profetaalbañileríaoración por los vecinosal clerofalsa doctrinaejército de satánPalabra de DiosHija mía, el mundo será testigo de las profecías de La Salette cuando los enemigos de Dios, vestidos como lobos con piel de oveja, se levanten orgullosos dentro de la Iglesia de mi Hijo en la Tierra y comiencen a declarar las herejías de las que advertí al mundo. Ese tiempo ha llegado.
Como fue predicho, la oscuridad ya ha descendido sobre la Iglesia y este plan para devorar las almas de los fieles continuará hasta que el Cuerpo de mi Hijo sea profanado de acuerdo con el plan del anticristo. Lo que mucha gente no sabe es que los enemigos de Dios, dirigidos por el anticristo -aún por darse a conocer- creen en Dios. No sólo creen en Dios, sino que, como detestan todo lo que tiene que ver con Dios, conspirarán contra sus planes de preparar al mundo para la Segunda Venida de mi Hijo, Jesucristo.
Por cada Palabra que mi Hijo declare, a través de estos Mensajes, ellos lo contradecirán imitando lo que Él dice. Si mi Hijo dice, preparaos ahora a través de los Sacramentos y la oración, ellos, Sus enemigos, harán declaraciones similares, pero serán diferentes. El llamamiento a ayudar a la humanidad -a los pobres, a los perseguidos- será su principal objetivo, no la proclamación de la Palabra. No les instarán a rezar por sus almas o por la salvación de otras almas. No, en lugar de eso, les pedirán que ayuden a esas almas desde una perspectiva humanitaria.
Cuando no escuchéis la llamada a salvar vuestras almas, de aquellos que dicen representar a la Iglesia de mi Hijo, entonces sabréis, dentro de vuestros corazones, que algo va terriblemente mal.
Mi Hijo murió para salvar vuestras almas, no para liberaros de los males de este mundo, que siempre existirán hasta que mi Hijo reclame Su Trono legítimo, prometido a Él por Dios Altísimo. Nunca debéis olvidar la Palabra de Dios. Lo único que importa ahora es suplicar por la salvación de todas las almas, independientemente de que sean reyes o pobres.
Tu querida Madre
Madre de la Salvación