lunes, 25 noviembre 2013 17:25
Volume 4el anticristo detenido por la eucaristíaTabernáculollamada a la oraciónel bien como malIglesia - el Cuerpo de Cristoa los sacerdotesCrucificciónel Falso Profetaal clerofalsa doctrinacismaEl Ejército RemanenteLa estancia de Jesús en la TierraLa verdad de DiosHija mía, cuando la Iglesia de mi Hijo sea tomada, la serie de eventos, que se desarrollarán serán exactamente los mismos que ocurrieron durante Su Crucifixión.
El ruido será ensordecedor cuando los enemigos de Dios se apoderen de Su Cuerpo y lo profanen. Se regocijarán y gritarán grandes proclamas en medio de grandes aplausos para los impostores, que se oirán por todas partes, pues ésta será una ocasión que ganará a muchos enemigos obstinados y antiguos enemigos de la Iglesia de mi Hijo. Todo nuevo tipo de declaración en cuanto al significado de la Santa Palabra de mi Hijo brotará de su boca. Cada mentira, astutamente camuflada, para que parezca tener sentido, será usada para atraer a los hijos de Dios a esta nueva iglesia renovada. Cada pecado justificado, para que más forasteros sean bienvenidos en los templos de Dios, hasta que eventualmente la confusión completa sea presenciada dentro de sus paredes.
Mientras derriban la Iglesia de mi Hijo, ladrillo a ladrillo, el remanente de mi Hijo se verá obligado a huir de ella. Cada argumento, cada gesto y cada defensa, que presenten los que permanecen leales a la Iglesia de mi Hijo, será desechado. Será una Crucifixión silenciosa, como la que soportó mi Hijo cuando sufrió con poco más que un gemido. Las voces de aquellos que continuarán proclamando la Verdad no recibirán cobertura mediática. Ninguna atención. Incluso si consiguen hacer oír su voz, serán demonizados por hacerlo.
Insto a todos aquellos que aman a mi Hijo y que entienden que estos signos fueron predichos, que deben continuar sirviendo a mi Hijo. Muchos sacerdotes, en lugar de luchar por su fe, y permanecer fieles a mi Hijo, se alejarán. Otros no cederán y proporcionarán el Alimento de Vida a todos aquellos que busquen la Verdadera Presencia de mi Hijo.
Los enemigos de Dios cometerán terribles sacrilegios, hasta que hayan profanado los Tabernáculos. Cuando lo hayan conseguido, entonces prepararán el trono sobre el que se sentará el anticristo.
Rezad, rezad, rezad para que aquellos de vosotros que conocéis la Verdad seáis capaces de ofrecer consuelo a aquellos que sufrirán grandemente a causa de la mayor apostasía que jamás haya devorado a la Iglesia de mi Hijo, Jesucristo, se despliega ante vosotros.
Mi dolor es grande y mi Corazón está apesadumbrado, a causa del malvado engaño, que caerá incluso sobre aquellos que aman entrañablemente a mi Hijo. Su sufrimiento será el mayor de todos.
Tu querida Madre
Madre de la Salvación