Estarás solo ante Mí, sin nadie a tu lado.

Mi muy querida y amada hija, por la Autoridad de Mi Padre, Dios el Altísimo, deseo informar a todos aquellos que están sufriendo, en Mi Nombre, que el tiempo está cerca para que La Advertencia tenga lugar.

Aquellos de vosotros, a quienes se os ha dado conocimiento de este, Mi Gran Día de Misericordia, veréis los signos en breve. Debéis confesar vuestras transgresiones ante Mí, para que estéis adecuadamente preparados para este acontecimiento, que conmocionará al mundo.

Hago esto pronto, para poder salvar a aquellas personas que han cortado el cordón umbilical, que las ata a Mí, antes de que sea demasiado tarde. Debéis confiar en Mí y reuniros en oración para que las almas en tinieblas no perezcan antes de que Yo les conceda la inmunidad por sus pecados. Mirad ahora en vuestros corazones y en vuestras almas y vedlas como Yo os veo. ¿Qué veis? ¿Seréis capaces de estar ante Mí y decir "Jesús, hago todo lo que Tú deseas de mí para vivir la vida que Tú esperas de mí"? ¿Dirás "Jesús, Te ofendo, porque no puedo evitarlo, así que por favor ten Misericordia de mi alma"? ¿O dirás "Jesús he pecado, pero sólo porque necesito defenderme"?

Estarás solo ante Mí, sin nadie a tu lado. Te mostraré tu alma. Verás cada mancha en ella. Revivirás el pecado y entonces te daré el tiempo para pedirme que te muestre Mi Misericordia. No porque tengas derecho a Mi Misericordia - sino sólo porque Yo decido darte este Regalo.

Mi Día amanecerá, inesperadamente, a través de los signos que os serán mostrados por adelantado.

He pasado tres años intentando abriros los ojos a la Verdad. Algunos la habéis aceptado. Otros Me la han echado en cara. Ahora es el tiempo de Mi Divina Misericordia y sólo aquellos que Me abran sus corazones, y que Me acepten, tendrán la oportunidad de redimirse.

Agradece Mi Amor incondicional.

Tu Jesús