Mi muy querida y amada hija, cuando aquellos de ustedes se sientan abandonados e inseguros de Mi Amor por el mundo, nunca deben dejar de llamarme para que les ayude. Ustedes, de vez en cuando, sentirán una sensación de desesperanza, una sensación de miedo y una sensación de soledad cuando se adhieran a Mi Santa Palabra, dada al mundo a través del Santo Evangelio. Incluso ahora, cuando Mi Santo Evangelio todavía se te presenta, te sentirás muy aislado, porque pocas personas ponen en práctica lo que Yo les he enseñado a través de Mi Santa Palabra.
Si decís que amáis a vuestro prójimo y luego lo calumniáis, seguiréis perteneciéndome. Si decís que creéis en los Diez Mandamientos, pero los adaptáis a vuestro estilo de vida, entonces estáis ciegos a la Verdad. Si aceptáis los Sacramentos que se os dan a través de Mí, pero los rompéis, Me insultáis. Cuando predicas Mi Santa Palabra a otros y luego te colocas delante de otros, diciendo que eres más digno que ellos, a los Ojos de Dios, Me ofendes. Cuando declaras que la Palabra de Dios ya no importa en un mundo moderno y que debe ser adaptada para atraer a un mundo secular, entonces escupes en el Rostro de Dios. Cuando crees que tu conocimiento de Mí es superior a Mi Santa Palabra, como te la doy ahora a través de estos Mensajes y que hay error contenido en ellos, eres ignorante de la Verdad. No Me conocéis porque no Me reconocéis.
Así que, incluso aquellos de ustedes que se sienten satisfechos con su comprensión de Mi Santa Palabra y Me rechazan ahora en esta Misión - ustedes Me han abandonado. Ustedes, especialmente, deben clamar por Mi Ayuda porque no son nada sin Mí.
