martes, 24 mayo 2011 18:00
Volume 1Jesús siempre presenteoración personalcómo rezarconversiónsobre esta MisiónLa estancia de Jesús en la TierraMi muy querida y amada hija, Estoy feliz hoy de que se haya hecho tanto trabajo para impartir Mi Santísima Palabra al mundo, a través de tu Obra. Nunca debes sentir que no estás haciendo lo suficiente debido a la cantidad de gente que rechaza estos Mensajes. Para aquellos de Mis hijos que no aceptan Mi Palabra ahora, lo harán con el tiempo. Entonces estarán hambrientos de escuchar Mi Voz.
Concéntrate en Mí ahora. No te dejes desviar por aquellos que desprecian estos Mensajes. Nunca te desanimes, porque aquellos que están escuchando Mi Palabra ahora están de hecho difundiendo la Verdad a otros, por su amor a Mí.
La conversión es un reto difícil en un mundo tan ciego a la Verdad de la vida eterna. Se necesita perseverancia, porque con la ayuda del Espíritu Santo, Cuyo Poder se está sintiendo ahora, en todas partes, en todo el mundo, Mis hijos eventualmente regresarán a Mí, pero no todos. Para aquellos que prefieran las comodidades artificiales que se les ofrecen a través del engañador, encontrarán muy difícil rechazar la vida que llevan. Reza por toda tu familia y amigos ahora, para que todos podáis uniros en vuestro amor por Mí durante La Advertencia. Porque, si aceptan este acontecimiento como su ruta hacia la libertad, serán recompensados con Mi gran Misericordia.
Rezar no es fácil
La oración no es fácil para muchos de Mis hijos, que encuentran la recitación de largas oraciones repetitiva y un poco aburrida. Si es así como rezas y tienes dificultades, siéntate tranquilamente y comunícate Conmigo en silencio. Reflexiona simplemente sobre Mi Vida en la Tierra. Recuerda el tiempo que pasé allí y las lecciones de amor que os di a todos vosotros. Eso es suficiente. Deja que tu mente se aquiete y Yo me sentaré contigo en contemplación. Camino con todos. Estoy presente cada minuto del día, no importa lo que estés haciendo. Nunca estoy lejos. Recuerda que Yo Soy tu muleta en la vida. Apóyate en Mí. Pide Mi apoyo, con sinceridad, y escucharé tu llamada. Yo nunca rechazo tu petición si está de acuerdo con Mi Santa Voluntad. Sin embargo, cuando pidas favores, que están diseñados para legarte excesos mundanos, debes saber que nunca te los concederé. Porque Yo nunca puedo darte regalos, que Yo sé que son malos para tu alma. Mis Regalos se dan para que Yo pueda acercarte a Mi Corazón, porque cuando eso suceda no desearás nada más.
Tu amado y devoto Salvador
Jesucristo