viernes, 6 septiembre 2013 20:15
Volume 4Cruzada Oracionesconversiónla AdvertenciaCrucificciónJesús Salvadororación por los pecadoresa los ateosHija mía, ninguno de vosotros debe olvidar jamás que mi Hijo murió para salvar a la humanidad. Él liberó a todas las almas de la esclavitud de la bestia. El les dio a todos ustedes el Regalo de la Salvación y para recibir la Vida Eterna, deben venir a mi Hijo y pedirle este Gran Regalo.
El único camino a la Vida Eterna es a través de mi Hijo, Jesucristo. Porque Él es tan misericordioso, permite a todos la oportunidad de venir a Él, por su propia voluntad. Él dio al mundo la Verdad y, por Su Don de Su muerte en la Cruz, abrió el camino para que todos vivan en paz eterna y en Su Paraíso.
Muchos no aceptan a mi Hijo ni creen en Dios. Si no creen en Dios ni aceptan el Don de la Salvación, entonces se separan de Dios. Debido a esta Misión Final de salvar almas, incluyendo las almas de todos los pecadores, así como aquellos que se niegan a reconocer la Existencia de Dios, mi Hijo realizará un Gran Milagro. Durante La Advertencia todos verán la prueba de que tienen un alma y muchos se convertirán. Aquellos que no se conviertan y que permanezcan ateos no podrán recibir el Don de la Salvación, porque rechazarán Su Mano de Misericordia. Esas almas Lo rechazarán de la manera más desafiante y nada, excepto sus oraciones, podrá salvarlas.
Aquellos que rechazan todo intento, toda intervención y toda Misericordia, para llevarlos al Nuevo Paraíso, serán desechados. Porque el de ellos no será el Reino de mi Hijo, porque mi Padre, Quien legó a la humanidad el Don del libre albedrío, nunca impondrá Su Voluntad sobre ninguno de Sus hijos.
Rezad, rezad, rezad para que los ateos acepten la Mano de la Misericordia, que mi Hijo extenderá a cada uno de ellos. Recuerda recitar las Oraciones de la Cruzada para salvar a estas pobres almas.
Tu querida Madre
Madre de la Salvación