El perdón, camino hacia la libertad

Hija mía, el perdón es el camino hacia la libertad. Cuando perdonas a los que te ofenden o te han hecho daño, te liberas de espíritu. Es entonces cuando la alegría llena tu alma. Eso también significa que Yo Estoy presente en ti. Cuando perdonas a los demás, esto es un signo de amor, no sólo hacia tu prójimo, sino de amor hacia Mí, tu Divino Salvador. Para aquellos que no Me creen, sepan que cuando ellos también perdonan a otros, Yo Estoy presente y camino con ellos. Sin embargo, no tienen ni idea de que esto es así.

El perdón es amor. Mi Amor es infinito. Pero os imploro, hijos Míos, que Me permitáis perdonaros vuestros pecados. Si Me lo pidierais, no sólo seréis libres, sino que el amor y la alegría que experimentaréis os sorprenderán. Este acto de humildad os permitirá comunicaros con amor hacia los demás. Tu luz brillará y afectará a los demás de una manera especial, pero ni tú ni ellos serán conscientes de ello. Mi Amor, después de que el acto de redención tenga lugar, inundará tu alma. Tu alma limpia será como un imán, ya que atraerá a los demás hacia ti.

Perdonar a los demás no es fácil, hijos míos. El orgullo y el sentido de autoestima impiden que se realice este gran acto de misericordia. Esto es obra de Satanás; porque él sabe que la falta de perdón conduce a otros pecados más graves contra Dios Padre. Cuando no se puede perdonar a los demás, en primer lugar, se acumula un resentimiento que, cuando se encona, conduce al odio e incluso al asesinato. En muchos casos puede llevar a la guerra.

Si las personas de todo el mundo se perdonaran mutuamente, el odio no existiría. Los asesinatos serían menos frecuentes, y el amor -el amor de Dios Padre Eterno- se extendería.

Aprended a perdonaros los unos a los otros. Dejad a un lado el orgullo y pedid Mi Misericordia. Porque cuando pides algo de acuerdo con Mi Santa Voluntad, se te concederá tu petición.

Tu amoroso Salvador
Rey de Misericordia, Jesucristo