Dios Padre: Hijos estamos a poco tiempo del Gran Día

Mi queridísima hija, mientras el mundo se esfuerza por dar sentido a la desesperación de la que son testigos, debes saber que todas estas turbulencias deben tener lugar, antes de que Yo traiga a todos aquellos que Me aman a Mi Lugar de Refugio.

Pronto sabréis Quién Soy Yo, hijos. Aquellos de vosotros que no estáis seguros de Mí, veréis por fin la Verdad y esto os traerá una gran paz. El mal en el mundo aumenta ahora y el engaño desciende. Debéis ser fuertes, os lo suplico, mientras espero ahora el día en que la renovación comenzará y todos Mis hijos encontrarán consuelo en el Día, cuando Mi amado Hijo se declare.

Lo que estáis presenciando es una batalla entre Mi Jerarquía Celestial y Satanás y todos sus demonios. Es aterrador y muy perturbador para muchos de ustedes, pero sepan que Yo intervendré para aliviar su dolor. Sabed que sois Míos y que traeré la paz al mundo, cuando lo haya librado de la infestación.

Hijos, estamos a muy poco tiempo del Gran Día y mientras mucho aún tiene que ocurrir, donde el Sagrado Nombre de Mi Hijo será destrozado, será rápido. Debéis mirar ahora al futuro, ya que es una joya resplandeciente de tal magnitud que en el Día en que entréis en la Nueva Era de Paz, habréis olvidado la persecución infligida al mundo por el maligno. Debéis hacer lo que Mi Hijo os instruye. Debéis permanecer tranquilos mientras se os revelan los Sellos, que son todos para vuestro propio bien y el de aquellos cuyas almas os pido que supliquéis por Mi Misericordia.

Si permanecéis fieles a Mis Mandamientos y vivís vuestras vidas en unión con Mi Hijo, estaréis a mitad de camino. Si permanecéis firmes a los Sacramentos y os negáis a participar en rituales paganos, que honran a la bestia, entonces encontraréis mucho favor Conmigo.

Id y recordad que Yo Soy el Todopoderoso y que todo el Poder es Mío. Pronto destruiré a los malvados y os revelaré Mi Nuevo Paraíso. Tened paciencia. Confía en Mí. Sigue a Mi Hijo y acepta los Regalos, que El y Su amada Madre, la Inmaculada Virgen María, te traen, en forma de las Oraciones de la Cruzada y la Medalla de la Salvación.

Finalmente acepta Mi Sello como uno de los más grandes Regalos que le he dado a la humanidad desde que le di la Vida. Yo doy Vida de nuevo con Mis Gracias Especiales cuando sostienes cerca de ti, el Sello del Dios Viviente. A todos aquellos con el Sello se les concede un lugar en el Nuevo Paraíso.

Los amo, hijos, pero Yo Soy su Padre y debo permitir estas pruebas, ya que Me ayudarán a eliminar a aquellos que nunca se desviarán del lado de la bestia. El tiempo que paso tratando de ganar sus corazones crea una terrible y odiosa batalla, con millones de ángeles caídos y demonios, aunque sea solo un alma.

Permanezcan reconfortados en el conocimiento de que Yo los bendigo a todos ustedes, quienes son puros y humildes de corazón. Yo los amo a todos ustedes, así que nunca deben darse por vencidos cuando todo parece desesperado, porque Mi Poder significa que la destrucción del mal está bajo Mi Control. Deben poner toda su confianza en Mí, especialmente en este tiempo, cuando sienten que Mi Justicia es dura.

Tu amado Padre

Dios Altísimo