Nunca aceptes una cruz que no se parezca a la cruz en la que fui crucificado.

Mi amadísima hija, qué dulces son las voces de aquellos que Me aman y que Me consuelan en este tiempo de gran dolor. Vosotros, Mis amados seguidores, que nunca Me abandonaréis, sois como la miel, dulce en Mi Boca, calmando Mi Cuerpo y elevando Mi Espíritu.

Muchos seguirán las falsedades, porque tendrán miedo de levantarse y defender desafiantemente la Palabra de Dios. Al principio, estarán confundidos, por las nuevas prácticas, nuevos símbolos, nuevas vestiduras, nuevos formatos de altares y nuevas cruces. Luego aceptarán todas estas cosas nuevas, como signos de los tiempos. Este nuevo, moderno, llamado enfoque unificado para honrar a Dios , será entonces abrazado con entusiasmo por esas pobres almas. Pero aquellos que son Míos permanecerán fieles a Mi Palabra, por todas las edades. Ellos son la columna vertebral de Mi Iglesia en la Tierra y nunca se romperán.

Mi deseo es que vosotros, Mis leales cristianos - de todas las denominaciones - os reunáis para luchar contra los demonios, que han sido desatados del Infierno y que vagan entre vosotros. Nunca pidáis perdón por amarme. Nunca acepten una cruz, que no se parezca a la Cruz, en la cual Yo fui crucificado. Cuando Yo falte, o no sea mencionado, entonces sabréis que la infestación se extiende a través de estas Iglesias, que ha sido planeada por Mis enemigos. Si aceptáis sus rituales y símbolos satánicos, os expondréis al mal.

Permanece fiel a Mí. Mantened sencillas vuestras oraciones diarias. Tened Agua Bendita y Mi Cruz en vuestras casas. Protéjanse unos a otros. Permaneced obedientes a aquellos siervos sagrados Míos, que permanecerán ferozmente leales a Mí y que se niegan a traicionarme. Entonces pasad el resto de vuestro tiempo rezando por las almas de los ateos, aquellos que creen en dioses paganos y aquellos que seguirán ciegamente a los enemigos de Mi Iglesia hacia el desierto.

Permanece en estrecha unión Conmigo e invócame cada día en busca de fortaleza. Estaré a tu lado durante estas amargas pruebas que se avecinan y nunca abandonaré a los que Me buscan.

Tu Jesús