Madre de la Salvación: El último secreto de Fátima no fue revelado, tan aterrador era

Hija mía, el engaño, al que se enfrentará el mundo, será tan difícil de discernir, que sólo aquellos que se rindan a Dios y pongan toda su confianza en mi Hijo, podrán soportar las pruebas, que se avecinan.

Le di al mundo las profecías en 1917, pero el último secreto de Fátima no fue revelado, tan aterrador era para aquellos dentro de la Iglesia Católica.

El último secreto de Fátima sigue siendo desconocido para los hijos de Dios, aunque una parte les fue revelada el 26 de enero de 2012. Muy pocos dentro de la Iglesia están al tanto de esto. Ahora, la siguiente parte del último secreto de Fátima debe ser revelada, para que pueda advertir a la humanidad de las consecuencias de ignorar mi intervención para ayudar a salvar almas.

La Iglesia ha sido infestada, desde dentro, por enemigos de Dios. Ellos -y son veinte los que controlan desde dentro- han creado el mayor engaño. Han elegido a un hombre, no de Dios, mientras que el Santo Padre, al que se le concedió la Corona de Pedro, ha sido cuidadosamente eliminado.

Los detalles, que yo revelé, son que habrá dos hombres que llevarán la Corona de Pedro en los últimos tiempos. Uno sufrirá a causa de las mentiras que han sido creadas para desacreditarlo y que lo convertirán en un prisionero virtual. El otro elegido traerá la destrucción, no sólo de la Iglesia Católica, sino de todas las iglesias que honran a mi Padre y que aceptan las Enseñanzas de mi Hijo, Jesucristo, Salvador del mundo.

Sólo puede haber una cabeza de la Iglesia en la Tierra, autorizada por mi Hijo, que debe permanecer Papa hasta su muerte. Cualquier otro, que pretenda sentarse en la Cátedra de Pedro, es un impostor. Este engaño tiene un solo propósito, entregar las almas a Lucifer y hay poco tiempo para que tales almas, que no serán más sabias, sean salvadas.

Hijos, ahora sólo debéis prestar atención a una advertencia. No se desvíen de las Enseñanzas de mi Hijo. Cuestionen cada nueva doctrina, que pueda ser presentada a ustedes y que profese venir de la Iglesia de mi Hijo en la Tierra. La Verdad es simple. Nunca cambia. El Legado de mi Hijo es muy claro. No permitas que nadie nuble tu juicio.

Pronto las profecías de Fátima tendrán sentido. Todo está ocurriendo ahora ante un mundo incrédulo, pero tristemente, muy pocos lo entenderán hasta que sea demasiado tarde. Rezad, rezad, rezad mi Santísimo Rosario, tan a menudo como os sea posible, cada día, para diluir el efecto del mal que os rodea.

Tu querida Madre

Madre de la Salvación