No puedes seguirme de verdad, sin soportar el dolor de la Cruz

Mi muy querida hija, cómo las oraciones de todos Mis amados seguidores Me elevan en este momento. Yo Estoy en sus corazones y almas y sus almas son favorecidas. Debo pedirles que sufran el ridículo que enfrentarán por seguir Mi Camino y por Mi Cruz, la cual llevan, porque con el tiempo entenderán por qué esto debe ser así.

No puedes seguirme de verdad, sin soportar el dolor de la Cruz. Cuando Me amas, una Luz se hace presente en tu alma. Esta Luz pura es como un imán, ya que atrae lo peor de otras personas. Almas bien intencionadas son a menudo atacadas por el espíritu del mal, para infligir daño a cualquiera que siga la Verdad de Mis Enseñanzas.

Cuando declaras la Verdad de Dios, serás odiado por aquellos que no aman a Dios. Cuando Me sigues, incluso en silencio, soportas el mismo dolor. Este dolor es causado por aquellos -generalmente aquellos a los que tienes afecto y respeto- que te atacan, porque Me amas y eres leal a Mis Enseñanzas.

Ha llegado el momento de que salgáis y habléis de Mis Mensajes. Los sacerdotes, sin embargo, encontrarán esto difícil, ya que deben permanecer obedientes a sus superiores. Muchos en Mi Iglesia tendrán miedo de dar testimonio de Mis Mensajes, pero esto no significa que no puedan defender la Verdad de Mi Santa Palabra. La Palabra, dada a Mis apóstoles, sigue viva, aunque muchos intenten matarla. Te darás cuenta de lo poco que Me veneran en público - casi nunca.

Mis Enseñanzas ya no juegan un papel importante en vuestra sociedad. Debes insistir, sea cual sea la iglesia cristiana a la que pertenezcas, en que Mis siervos no olviden mencionar Mi Nombre, cuando se refieran al bien, pues el bien no puede venir de una piedra. El bien sólo puede venir de Dios.

Tu Jesús