Madre de la Salvación: Tan fácilmente acepta la gente nuevas leyes, que pretenden ser buenas

Hija mía, tus oraciones están siendo escuchadas y mi Hijo intervendrá por tu intención especial. Debes rezar por todos aquellos en el mundo que están siendo engañados en la creencia de que el mal es bueno. Esta red de engaño ha cubierto a la humanidad hasta tal punto que muchos ya no pueden diferenciar entre las Leyes de Dios y la maldad del maligno cuando se manifiesta entre vosotros.

Tan fácilmente acepta la gente nuevas leyes, que pretenden ser buenas -para el bien de todos- cuando, en realidad, disfrazan el pecado mortal a los Ojos de Dios.

La batalla continúa entre los que defienden las leyes de Dios y los que las profanan. Aquellos que públicamente defienden las Leyes de Dios son demonizados y declarados crueles y malvados. El engaño y la mentira, que llenan a los que dicen amar a la humanidad, se ven claramente cuando justifican públicamente el pecado mortal. Qué astuto es el maligno. Tan pocos comprenden su influencia en sus vidas o cómo retuerce su razonamiento.

Consolaos, queridos hijos, sabiendo que Yo, la Madre de la Salvación, puedo vencer al maligno entre vosotros. Debéis invocarme cada vez que os sintáis vencidos por el poder que él ejerce en vuestras naciones. Yo destruiré su influencia, cuando pongáis vuestra petición ante mí.

Por favor, recita esta Oración de Cruzada (113) Para derrotar al mal en nuestra tierra

Oh Madre de la Salvación, ven en medio de nosotros y cubre nuestra tierra con tu protección.

Aplasta la cabeza de la bestia y erradica su perversa influencia entre nosotros.

Ayuda a tus pobres hijos perdidos a levantarse y decir la Verdad, cuando estamos rodeados de mentiras.

Por favor, oh Madre de Dios, protege nuestra tierra y mantennos fuertes, para que podamos permanecer fieles a tu Hijo en nuestro tiempo de persecución. Amén.

Nunca debéis aceptar argumentos, que permitan que se promulguen leyes perversas, que dicten cómo vivir vuestras vidas, que no estén de acuerdo con la Palabra de Dios. Cuando estas leyes se infiltran en vuestras tierras, destruyen las almas.

Confía en mí, la Madre de la Salvación, para ayudar a salvar las almas de aquellos a los que amas y entre los que trabajas. Invócame y te prometo que cubriré tu nación con mi Manto Santísimo.

Tu querida Madre

Madre de la Salvación