Los Diez Mandamientos, dados al mundo por Mi Padre a través del profeta Moisés, están siendo reescritos por el hombre

Mi muy querida y amada hija, siempre que sientas que hay poca esperanza para los pecadores, por favor recuerda que Mi Gran Misericordia es incesante. No hay un alma en el mundo que Yo no desee abrazar y traerles el Don de la Salvación. Os amo a todos. Perdono a todos los que Me suplican el Don de la Redención, pero esto no significa que no castigaré a los que cometen pecados graves.

Los Diez Mandamientos, dados al mundo por Mi Padre a través del profeta Moisés, están siendo reescritos por el hombre. Han sido desmontados, torcidos y se les ha dado un nuevo significado, para que el hombre pueda condonar el pecado.

Idolatráis a falsos dioses y justificáis esto. Vivís una terrible mentira cuando insultáis a Mi Padre de esta manera y, sin embargo, cuando se muestre la Verdad a los paganos, se arrepentirán y Yo estaré esperando para abrazarlos.

Os matáis unos a otros y decís que simplemente estáis mostrando piedad cuando lo hacéis. Legalizáis el asesinato, la ejecución, la eutanasia y el aborto y decís que son cosas buenas. Esto es el mal en su peor expresión, cuando desafías al Autor de toda vida -el Creador del Cielo y de la Tierra- alterando las Leyes Divinas de Dios. Sin embargo, cuando mostréis verdadero remordimiento, Yo también estaré esperando para abrazaros en Mis Brazos.

Saqueáis lo que no os pertenece y robáis a los indigentes para satisfacer vuestro ansia de más. Cometéis terribles pecados de la carne, que están por debajo de la dignidad del hombre y os comportáis como animales salvajes soltados en un foso. Vuestra miseria es aborrecible a los Ojos de Dios, pero aún así, si Me invocáis y Me pedís Misericordia, Yo estaré allí esperando pacientemente. Cuando profanéis a Dios negándoos a aceptar que Él Existe y luego tratéis de llevar a Sus hijos con vosotros al abismo con la bestia, Yo todavía estaré esperando cuando os volváis y Me pidáis que Me dé a conocer a vosotros.

Aquellos de ustedes, que sí aceptan la Verdad, ya no se toman el tiempo para honrarme en el Día de Reposo, porque ponen sus propias necesidades antes que a Mí. Me hacéis tanto daño, porque ya sabéis que sois hijos de Dios. Habéis abandonado la Casa de vuestro Padre y sólo volveréis cuando no tengáis un techo sobre vuestra cabeza. Y Yo os estaré esperando para acogeros de nuevo.

Su amor por Dios ha disminuido, así como su amor y respeto por sus padres. Vuestros corazones se han endurecido tanto que no les mostráis amor ni os preocupáis por ellos como se supone que debéis hacerlo.

Tú maldices a Dios y juras, usando Mi Nombre de la manera más irrespetuosa, diariamente, pero no quieres hablar Conmigo de la manera que Yo deseo. Cuando calumnias a otros, Me calumnias a Mí. Cuando dañas la reputación de otra persona, destruyes Mi Amor. Y, sin embargo, Yo te perdonaré, cuando muestres remordimiento.

Faltan al respeto a la institución matrimonial y no les importa abusar de este santísimo sacramento. Insultáis aún más a Dios cuando seguís buscando sus bendiciones para los matrimonios, cuando Él no las reconoce ni puede reconocerlas. Sin embargo, seguís insultándole.

Tan obsesionados estáis con la búsqueda de bienes mundanos y tan infestados estáis de ambiciones malsanas, que destruís a las personas que se interponen en vuestro camino. A pesar de ello, te mostraré Misericordia, si vuelves a Mí.

Ningún pecado, con excepción de la blasfemia contra el Espíritu Santo, es tan grave que no pueda ser perdonado. Os ruego a todos que examinéis vuestra conciencia y os reconciliéis conmigo, una vez más.

Soy Paciente. Soy Amor. Soy tu Salvación. Estoy esperando. Por favor, venid pronto a Mí, porque os amo con una pasión insondable. No descansaré hasta que os haya salvado a todos.

Tu Jesús