Madre de la Salvación: Ni una puerta se abrió para que mi Hijo viniera al mundo con dignidad

Mi querido hijo, cuando te arrojen al desierto y te aíslen a causa de esta Misión, es importante que conozcas la razón. Porque cuando lo sepas, te será más fácil aceptar tal crueldad.

Cuando estaba a punto de dar a luz, no se abrió ni una sola puerta para permitir que mi Hijo viniera al mundo con dignidad. Como cada puerta se cerró de golpe en la Cara de Dios, que envió a Su único Hijo para redimir al hombre del pecado, sucederá lo mismo cuando Dios prepare ahora el camino para la Segunda Venida de Su Hijo.

Mientras Dios prepara al mundo para este gran día, las puertas volverán a cerrarse, desafiantes, contra la Palabra de Dios. Tú, como mensajero, seguirás enfrentándote a una feroz oposición. Muchos no sólo mantendrán sus puertas cerradas - esto será sólo un insulto - gritarán terribles obscenidades y te lastimarán, hija mía, porque no quieren escuchar la Palabra de Dios.

El espíritu del mal prevalece en este momento crucial de la historia de la humanidad y aplastará incluso a los más santos entre los hijos de Dios. Sólo los más valientes resistirán al espíritu del mal, que infestará a millones para que rechacen la Misericordia de mi Hijo.

No son sólo los Mensajes los que serán odiados, sino el temor, de que a través de la Misericordia de mi Hijo, más almas serán salvadas de las garras del maligno. El maligno trabaja y teje su camino en los corazones de muchas almas, y en particular, de aquellos que están cerca de mi Hijo. Son los devotos seguidores, dentro de la Iglesia de mi Hijo, quienes son el primer objetivo del maligno, quien pondrá a la mayoría de ellos en contra de Su Palabra en este tiempo.

La Verdadera Palabra de mi Hijo, Jesucristo, ha sido diluida a través de los siglos y el contenido de la Santa Biblia es ahora negado por muchos, que dicen conocer a mi Hijo. Recuerda, la batalla por las almas esta siendo peleada por los angeles y los santos en el Reino de mi Padre, contra el engañador. Tu, hija mia, estas atrapada en el medio y como tal te conviertes en un blanco facil.

Es por la enormidad de esta Misión y porque eres un profeta -y no un visionario- por lo que trabajarás aislado y serás odiado entre los hombres. No permitas que esta persecución te entristezca o sientas que no serás lo suficientemente fuerte, porque esto no puede ser. Habéis sido enviados y estáis protegidos y os levantaréis y continuaréis proclamando la Palabra de Dios, hasta el último día. Esto está predicho y cuando las almas del mundo sean salvadas y cuando el Nuevo Reino -el Nuevo Paraíso- comience, nada de este sufrimiento tendrá consecuencia alguna.

Alégrate y no tengas miedo. Yo, tu amada Madre, te guiaré y protegeré, incluso en tu hora más oscura, para que la Luz de Dios llene tu mente, cuerpo y alma, cada día.

Te amo, hija mía, y debes saber que has sido bendecida con el Don de la Perseverancia. Todo está ahora en las Manos de Dios. Debes confiar en Él, en todo momento.

Tu querida Madre

Madre de Dios

Madre de la Salvación