lunes, 1 julio 2013 16:43
Volume 4vida de Nuestra Señorael poder del sufrimientoángelesflagelaciónno tengas miedoCrucificcióna las personas que sufrenRosario diarioel papel del sufrimientolibre albedríoLa estancia de Jesús en la TierraHija mía, cuando sufras por mi Hijo, está bien que grites de dolor, porque, después de todo, sólo eres humana. Cuando presencié la flagelación de mi Hijo y luego su aterradora crucifixión, estaba fuera de mí de dolor. Y cuando vi Su cuerpo lastimoso soportar lo que ningún animal sería capaz de tolerar en un matadero, me desmayé tantas veces de asombro que apenas podía mantenerme en pie.
Cómo sufrió, nadie lo sabrá jamás, porque lo que presencié nunca podría ser puesto por escrito, tan viles fueron las crueldades infligidas a Su Divino Cuerpo. Por eso se describen tan poco los insultos degradantes que Le infligieron, porque sería tan escandaloso que profanaría Su Santo Nombre al escribirlo.
Tú, hija mía, sufres, pero una fracción tan pequeña de Su dolor. Debes saber que mientras tu estas en dolor fisico, que mi Hijo solo permite que Su sufrimiento se manifieste en aquellos que El escoge. Cuando Él hace esto, le ayuda a desafiar, derrotar y destruir el poder del mal, a través del regalo de tu libre albedrío a mi precioso Hijo. Al hacerlo, consagras tu alma, así como tu cuerpo, y esto es un regalo muy especial para Él - un regalo, que le permite salvar a otros.
Así que, por favor, comprended que cuando mi Hijo aumenta vuestro sufrimiento y cuando verdaderamente sufre dentro de vosotros, eso es una Gracia, que no debéis rechazar. Acéptala. Pronto comprenderás lo poderosa que es. Cuando mi Hijo manifiesta Sus Llagas dentro del cuerpo de un alma elegida, trae consigo una terrible persecución. Es entonces cuando el maligno ataca con furia grave y violenta. Al principio te asustarás, pero ahora que lo comprendes, lo aceptarás y simplemente te protegerás recitando, por lo menos tres veces al día, mi Santísimo Rosario.
Hija mía, por favor, asegúrate de no permitir que el miedo te aleje de esta Obra, porque eso es lo que quiere el maligno. Debes levantarte, resistir y permanecer en silencio, cuando el odio aumente contra ti.
Estas pruebas son de esperar en una Misión de este tamaño. Estad en paz y sabed que todos los ángeles y santos están con vosotros y os guían.
Tu querida Madre
Madre de Dios
Madre de la Salvación