miércoles, 11 mayo 2011 22:30
San AgustínSan BenitoNuestra Señora ProtectoraSan JoséJuan ApóstolSan Miguel ArcángelRosario diarioMadre de la Salvaciónsobre esta Misióncompromiso con JesúsHija mía, ahora estás mucho más cerca del Corazón de mi precioso Hijo. Tu viaje ha sido difícil, pero ha tenido lugar en un período de tiempo tan corto. Fue por mandato de Dios Padre que fui enviada a comunicarte tu llamado para esta Obra. Tu respuesta fue inmediata. Nunca dudasteis. Porque ese es el poder del amor que me tenéis a mí, vuestra Santísima Madre. Te he guiado y persuadido hacia esta llamada tan especial. Por favor, sigue acudiendo a mí, tu amada Madre, cada día para que te guíe. Todos los santos siguen caminando contigo, pero tú no lo sabes. Debes llamar a San Benito, San José, San Juan Evangelista, San Agustín y Miguel Arcángel para que te den el apoyo que necesitarás. Tanto más fuerte eres ahora, hija mía, que te preguntarás por qué. Es debido a tu obediencia a mi amado Hijo que ahora estás recibiendo las gracias necesarias para esta especial Misión Divina, para la cual has sido elegida.
Rezar mi Santísimo Rosario cada día es importante, porque te protegerá del maligno. San Benito te ha sido asignado en todo momento para protegerte de los ataques del engañador. Por eso te ha alejado de los peores. Rézale cada día, hija mía, para que te siga protegiendo.
Acepta el sufrimiento exigido de ti por mi precioso Hijo, Jesucristo, porque esto salvará innumerables almas. Tu regalo especial a Él de tu libre albedrío, evitará que millones de almas entren en los fuegos del Infierno. Sigue recordando lo que tu sufrimiento está logrando y la alegría que esto traerá al Sagrado Corazón de mi Hijo.
Ahora estás disfrutando del Don especial de estar en unión con mi Hijo. Cuanto más te entregues por completo, muestres humildad y hagas más sacrificios, más le ayudarás en esta tarea, tan importante para Él.
Agradece, hija mía, que se te pida hacer esta sagrada Obra, pues sin ella millones de almas no podrían salvarse.
Acércate ahora a mi Corazón y deja que te mantenga más cerca de mi Hijo. Yo te protegeré y te guiaré en todo momento.
Vuestra amada Madre
Reina de la Paz