Las mentiras, muy a menudo, vienen disfrazadas de cosas buenas

Mi querida y amada hija, cómo deseo que el amor se multiplique en el mundo, porque entonces el hombre amaría verdaderamente a su prójimo, tal como lo ordenó Mi Padre y no habría guerras.

Las guerras son el resultado de la falta de fe en el Único Dios Verdadero. Son causadas por el miedo, el odio y el orgullo, todos ellos encendidos por el poder de Satanás. A medida que más personas se alejen de Dios y rechacen la necesidad de preparar sus almas para una vida de eternidad gloriosa, caerán en muchos errores. Cuando no puedan ver la Verdad, estarán predispuestos a creer en mentiras. Las mentiras, muy a menudo, vienen disfrazadas de cosas buenas. Se disfrazan de acciones deseables, actos correctos, placer, y como alternativas a lo que es natural.

El mal raramente será visto como tal, porque no es así como Satanás planea su engaño sobre la humanidad. Él, el maligno, cuyas obras se ven en las palabras, los hechos y los actos de las almas débiles, tiene cuidado de no revelarse nunca. Él, a través de las pobres almas que infesta, se presentará como bondadoso, agradable y siempre presentará una fachada atractiva. Astuto, atraerá a la gente a cometer actos de maldad a través de la tentación y lo hará aprovechándose de sus debilidades más vulnerables. Aunque normalmente seduce a través de los sentidos, también atraerá a aquellos que buscan la Verdad en su fe. Es entonces cuando él, Satanás, atraerá a las almas a una trampa en la que aceptarán el mal como si fuera bueno.

Sólo en una fase posterior, cuando se sientan incómodos e intranquilos, percibirán que algo va mal. Para entonces, el odio y el desprecio por el prójimo se habrán manifestado en sus almas. Entonces creerán que esas acciones, en las que se embarcan, en el Nombre de Dios, pero que insultan a Dios, son para la Gloria de Dios.

Cuando se hace la guerra en Nombre de Dios, normalmente no es a Dios a quien rinden homenaje los ejércitos del mundo. Cuando asesinan naciones y dicen honrar a Dios, se distancian de Dios y se ponen del lado de la bestia.

La bestia está planeando la destrucción de la humanidad de dos maneras, en este momento. En primer lugar, está destruyendo la vida a través del aborto, el asesinato y la guerra. En el segundo caso, el esta atacando Mi Iglesia en la Tierra para que todas las iglesias, que me honran a Mi, Jesucristo y Mi amado Padre, sean destruidas. De estas maneras él robará almas y les impedirá seguir la Verdad y heredar Mi Reino.

Tu Jesús