Mi Camino es muy simple. Puedes seguirme como quieras, pero debes honrarme en Mis Iglesias Cristianas.

Mi muy querida y amada hija, muchos escalarán con entusiasmo este difícil Camino de la Verdad, tal como fue en el camino al Monte Calvario.

Este es un viaje desafiante, plagado de muchos obstáculos. Para la mayoría de la gente, este ascenso será doloroso, ya que se darán cuenta de muchas cosas, incluyendo el hecho de que serás despreciado por seguirme. Otros tratarán de detenerte y utilizarán cualquier argumento para hacerte retroceder, para que te alejes de Mí. Otros gritarán cosas terribles y te acusarán, no como soldado de Cristo, sino como instrumento de Satanás.

Luego, a los sacerdotes y servidores que estéis entre vosotros, se os ordenará que me dejéis en esta última subida a la cima. Esta subida simboliza el Vía Crucis.

Todos los que Me siguen, para ayudar a que la Verdad de Mis Enseñanzas sea redescubierta en el mundo de hoy -donde la gente lleva vendas en los ojos y no puede diferenciar entre realidad y ficción- sufrirán un tipo diferente de crueldad. Ellos, Mis amados seguidores, serán atormentados con acusaciones de que pertenecen a una secta. Este insulto en particular sugiere que están engañados y que no están en su sano juicio. Deben darse cuenta de que este tipo de acusación está diseñada para crear dudas en su mente.

Mi Camino es muy sencillo. Puedes seguirme como quieras. Pero debes honrarme en Mis Iglesias Cristianas, en todas partes, porque no tengo otras casas en la Tierra. Las sectas utilizan otras casas fuera de Mi Iglesia. Cuando se os pida que abandonéis Mi Iglesia, no será diferente a cuando a Mis apóstoles, durante Mi Tiempo en la Tierra, se les pidió que hicieran lo mismo.

Ignora las burlas, el ridículo y a aquellos que utilizan Mis Enseñanzas y que luego las tergiversan, para poder denunciar Mis Mensajes que hoy te he dado.

Camina erguido y avanza con confianza, porque esta batalla derrotará al mal y a las mentiras, plantadas por el engañador, que arroja una terrible oscuridad sobre la gente inocente, que no puede ver lo que está sucediendo.

Aquellos que se den cuenta de que no tienen la fuerza o la valentía para continuar, por favor, no teman, porque les concederé gracias especiales si rezan esta Oración de Cruzada (108) Subiendo la Colina del Calvario

Jesús, ayúdame a encontrar el coraje, la valentía y el valor, para ponerme de pie y ser contado, para que pueda unirme a Tu Ejército Remanente y escalar la misma Colina del Calvario, que Tú tuviste que soportar por Mis Pecados.

Dame el poder de llevar Tu Cruz y Tu carga, para que pueda ayudarte a salvar almas.

Líbrame de mi debilidad.

Disipa mis miedos.

Aplasta todas mis dudas.

Abre mis ojos a la Verdad.

Ayúdame a mí, y a todos los que responden a la Llamada a llevar Tu Cruz, a seguirte con un corazón profundo y humilde y que, con mi ejemplo, otros se armen de valor para hacer lo mismo. Amén.

Tu amado Jesús