Signo del Fin de los Tiempos - Pero la Gloria Volverá a la Tierra

Mi querida hija, no te sientas culpable por las dudas que has sentido hoy. Esto es natural. Tu comprensión de los asuntos espirituales no es tan fuerte como debería ser, pero eso está bien.

Yo te guiaré y comprenderás, a su tiempo, el propósito de tu Misión. Necesito que te mantengas fuerte en tu Trabajo y en tu obediencia a Mí. Esta es una tarea difícil, y una que será emocionalmente agotadora para ti.

Te estoy enviando un director espiritual para ayudarte a hacer frente a la enormidad de la tarea que debe ser completada. Tal es la tarea, que sin esta Obra más almas se perderán a manos del maligno. Hija Mía, te has comprometido a esta tarea antes de que Yo enviara por ti para hacer este Trabajo.

Yo Estoy guiando a tu director espiritual. Él conocerá la Verdad cuando hables. Por ahora habrás espigado algunos de los pecados de la humanidad, en los últimos dos días, de una manera que no te ha sido posible hasta ahora. ¿Viste la diferencia? ¿Te sentiste extraño cuando miraste a Mis hijos? Los viste bajo una luz diferente, ¿no es así? Ese es el Poder del Espíritu Santo, con el que te he bendecido.

El amor que sentiste en tu corazón por Mis hijos y por el sacerdote que viste hoy en Misa es también el Regalo que te doy con el Poder del Espíritu Santo. Ahora verás, sentirás y oirás los pecados de la humanidad, hasta tal punto que sentirás el dolor que Yo siento. También verás el Amor que tengo por Mis hijos a través de tus ojos, que reflejan Mi Corazón.

No tengas miedo de estos Regalos, hija Mía. No sientas que no puedes manejar esta tarea porque la fuerza que se te dará a través de Mis gracias te hará tan fuerte. Nunca mirarás atrás. Ni querrás hacerlo.

Ahora te sientes débil. Este es el sentimiento de Mi Poder Divino surgiendo a través de tu cuerpo. El calor es el Amor que tengo por ti. No llores, hija Mía. Hasta ahora has sido extraordinariamente fuerte y has aceptado, aunque, hace sólo unos pocos días que hablé contigo por primera vez. No, hija Mía, no te lo estás imaginando. Sigues cuestionándote a ti misma y a los que están cerca de ti.

Los que venden sus almas a Satanás
Ahora, escribe esto. El mundo se agita con el peso de las tinieblas y las conspiraciones malignas del maligno, que sigue atrayendo y seduciendo a Mis amados hijos. Han sido atrapados hasta tal punto que muchos de ellos se retuercen como animales, incluso ante la humanidad. ¿Cuántas pobres almas, alimentadas por la lujuria, la avaricia y la vanidad, se presentan ante los que tienen fe en un estado tan lamentable? Ellos, en su vanidad, creen que tienen verdadero poder. El poder que les ha prometido Satanás. Muchos de estos niños han elegido vender sus almas y se jactan orgullosamente del hecho.

Más de Mis hijos se sienten atraídos por el glamour y las riquezas de sus promesas para que todo el mundo las vea. No, no se avergüenzan de presumir del hecho de que le pertenecen. Las promesas que el ha hecho, no son solo mentiras, les han sido dadas por puro odio. Satanás odia a la humanidad.

El miente a Mis hijos y les dice que puede darles cualquier cosa, pero tristemente, es una mentira. Aquellos que lo siguen a él y a sus promesas vacías no serán y no pueden ser salvados.

Reza, reza, reza por Mis hijos. Hija mía, sé que estás cansada, pero presta atención a esto. Para los creyentes que son tibios y que no están alineados directamente con el maligno en extremo - ellos también tienen que tener cuidado. Ellos, incluidos Mis seguidores y algunos de Mis siervos sagrados, obispos y cardenales, se mofan de la fe de Mis hijos. Su espiritualidad se ha perdido detrás de la codicia en ciertos sectores donde el oro y las riquezas enmascaran los Dones Divinos que les fueron dados como discípulos de Dios.

La Iglesia ha perdido el rumbo y se hunde en las tinieblas. Esto, hija Mía, ha sido predicho y es un signo del fin de los tiempos. Es entonces cuando surgirá el último Papa y el mundo se perderá bajo la dirección equivocada del falso profeta.

Revelaciones de cómo será precedida Mi Segunda Venida te serán dadas, hija Mía, para que tus palabras sean escuchadas, a fin de que las almas estén preparadas antes de La Gran Advertencia. No te inquietes. La vida continuará. La gloria volverá a la Tierra. Mis hijos serán redimidos de las garras del maligno, que será destruido. Es importante que él, a través de su engaño, no se lleve a Mis hijos con él a las profundidades del Infierno.

Mi Palabra tiene que ser fuerte. Mis hijos deben escuchar. Es por puro Amor que Yo les estoy dando esta Advertencia, porque Yo vengo como Juez y no como Salvador. Es a través de las oraciones de Mi amada Madre y Mis seguidores a través del mundo, que el tiempo para el Juicio ha sido retrasado en el pasado. Esta vez no será así.

Nadie sabrá la fecha de la Segunda Venida
No se os dirá la fecha, ni tampoco a Mis hijos. No puede ser revelada. Por eso es importante que todos Mis hijos estén preparados. Para aquellos que no se preparen, no pueden decir que no se les ha dado la Verdad. Cuando La Advertencia suceda ellos se darán cuenta de la Verdad. Si confiesan y admiten sus pecados, recibirán Mi bendición. Si no lo hacen, serán arrojados al Infierno. Mi Misericordia habrá expirado para entonces.

Ve ahora, hija mía. Prepara la Palabra para que el mundo la oiga. Dile a Mis hijos, los creyentes, que no teman. Diles que recen por los no creyentes. Luego di a los no creyentes que vuelvan a Mí. Haz todo lo posible para que abran sus corazones.

Tu Salvador, Jesucristo, que viene a juzgar a vivos y muertos