martes, 7 mayo 2013 22:35
hambreguía de DiosadoraciónAnticristoRosariocastigo de DiosLa justicia de DiosenfermedadesplagasMi muy querida y amada hija, cómo te has distraído y permitido apartarte de Mi Vista durante los dos últimos días. ¿No sabes lo que creó esta distracción? Al faltar sólo un día a la Adoración Eucarística, fuiste tomada y abusada en Mi Nombre, sin protegerte como te he instruido. Mi instrucción es que continúes viniendo ante Mí diariamente, y recitando el Santísimo Rosario, para que Mi Madre pueda cubrirte con la protección que necesitas en esta Obra.
Tantos que están cerca de Mí adquieren una confianza que les lleva a creer que ningún sufrimiento les detendrá cuando lleven a cabo Mi Misión, pero esto sólo es posible cuando Me llamáis para que os guíe.
Hija Mía, pronto se verá el comienzo de una plaga, ya que Mi Padre arrojará sobre la Tierra un castigo sobre aquellas naciones que Le insultan y que permiten que la maldad y la injusticia sean infligidas sobre pobres inocentes. Esta plaga será visible en la cara y las llagas no se curarán hasta que el Gran Castigo haya terminado. La plaga estará más extendida que el SIDA y será uno de los primeros signos del Castigo venidero. Esto será seguido por una hambruna en un tercio de la Tierra y será presenciado durante el reinado del anticristo.
A medida que el dominio del anticristo se extienda como una tela de araña, así será correspondido por una serie de castigos derramados sobre los cuatro rincones del mundo por la Mano de Mi Padre. La intervención divina ayudará a impedir que las almas sean arrebatadas por la bestia a través del poder del anticristo. Sus seguidores sufrirán un castigo agonizante y se verá en sus rostros a través de la plaga. Ellos no escaparán de este severo castigo ni tampoco aquellos que llevan a cabo el malvado engaño sobre Mi Iglesia en la Tierra.
Esta Advertencia está siendo dada para que aquellos que dudan de Mi Mano de Justicia entiendan, eventualmente, que los hombres sufrirán como lo hicieron en el día de Noé si le dan la espalda a Dios.
El insulto final contra Mi Padre, a través del pecado de la guerra y el aborto, atraerá Su mayor castigo sobre la humanidad. La vida del niño no nacido, arrebatada tan cruelmente, y sin remordimiento, será castigada con la muerte del cuerpo y la muerte del alma.
Tu Jesús