sábado, 27 abril 2013 13:20
Volume 3vida temporal en la tierramuertelibre albedríoMi querida y amada hija, debo explicar a cada persona viva hoy en esta Tierra la importancia del tiempo que le ha sido dado. Nunca he interferido con la voluntad del hombre, porque este es uno de los mayores Dones dados a la humanidad y nunca puede ser quitado. Satanás, por otro lado, interfiere con el libre albedrío del hombre y ha buscado implacablemente esclavizar la mente humana y robar su alma, desde el principio.
Por lo tanto, es el libre albedrío que se le da al hombre, el que será buscado por los espíritus malignos. Pero es también a través del libre albedrío del hombre que la puerta de Mi Reino puede ser abierta. Debido a que eres de carne, y por lo tanto mortal, el único tiempo que tienes para prepararte para la vida eterna es ahora. Nunca debes olvidar esto. Debes estar preparado en todo momento, porque así como Mi Padre te dio la vida, también puede quitártela en cualquier momento de cualquier día.
Si murieras ahora, hoy, ¿serías apto para presentarte ante Mí? ¿Sabes qué faltas y qué actos has cometido, y qué odio has mostrado a tu prójimo, que serán revelados ante Mí? Debes, para que se te dé la vida eterna, saber lo que hay que hacer ahora, hoy, para que quedes limpio a Mis Ojos.
A aquellos que condonan el pecado y lastiman a otros, por un lado y por el otro, luego rezan y llevan vidas, que según ellos son devotas a Mí, les digo esto. Cada hora, Me hieres con tu hipocresía. Cada día, tu alma se aleja más de Mí. Debéis seguir los Diez Mandamientos exactamente como fueron dados por Mi Padre, de lo contrario, no podéis decir que sois de Mí.
Muchas almas no entran al Cielo y muchas deben sufrir la limpieza requerida para hacerlas aptas para entrar a Mi Reino. Pero muchas más almas son arrojadas a la oscuridad eterna. Muchas se dan cuenta de cómo han ofendido a Dios a los pocos minutos de su muerte en la Tierra. Cuán asustados y apenados están entonces. Se dan cuenta de que su tiempo para el arrepentimiento ha pasado y que es demasiado tarde para ellos en esa etapa.
¿Por qué no comprendes que la muerte puede suceder en cualquier momento? Que sepas que, cuando ofendes a Dios, debes esforzarte por cambiar tu forma de comportarte para encontrar la paz. Cuando evitas el pecado y tratas continuamente de enmendar tu manera de tratar a los demás, sólo entonces encontrarás la verdadera paz. Cuando tienes paz en el alma -que sólo se consigue cuando combates el pecado y muestras remordimiento por tus malas acciones-, te acercas más a Dios.
Cada día, debes preguntarte: ¿aprobaría Dios mis acciones de hoy? Sabrás, en tu corazón, la respuesta.
Tu Jesús