Muchos no tendrán la fuerza suficiente para luchar contra el aborto, la eutanasia y el matrimonio entre personas del mismo sexo

Mi querida y amada hija, los enemigos de Dios se levantan ahora en gran número, en cada nación, para denunciar las Leyes de Dios.

Habrá muchas leyes nuevas introducidas en cada tierra y en cada iglesia. La mayoría de las leyes estarán en contra de las Enseñanzas establecidas en la Santa Biblia. Todo tipo de pecado será legislado y la oscuridad de la bestia cubrirá el mundo. Aquellos que se opongan a estas leyes serán tachados de chiflados y demonizados. Sus voces serán ahogadas por aquellos que abracen el secularismo, como si fuera una auténtica religión. Utilizarán todos los argumentos intelectuales para imponer sus viles leyes y engañarán a muchos, porque utilizarán los derechos humanos como herramienta para controlar a los demás.

Muchos no tendrán la fuerza suficiente para luchar contra el aborto, la eutanasia y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Entonces, justo cuando las leyes se hagan realidad, la Iglesia Católica anunciará la reforma para reconocer todos los derechos humanos y todas las religiones.A estole seguirá una terrible división entre aquellos bendecidos con el don de la perspicacia, que les ha sido dado por el Espíritu Santo, y aquellos cuyo único deseo es el amor a sí mismos y que rechazan a Dios. Ellos ven a Dios, y a Mis Enseñanzas, como un obstáculo para vivir lo que creen que es un estilo de vida libre.

La poderosa organización de la élite mundial, infiltrada en todos los rincones del mundo, planeará nuevas leyes eclesiásticas y conspirará para derrocar a los dirigentes, al tiempo que urde guerras que traerán la destrucción. Tan orgullosos son y tal es el grado de su lealtad a la adulación satánica que se creen indispensables. Cómo tendrán que sufrir por sus maldades. Así como ellos creen que pueden controlar a otros e infligir sus retorcidos planes sobre otros, ellos serán golpeados por la Mano de Mi Padre. Sólo se les dará un tiempo para dar la espalda. Después, se volverán unos contra otros y se destruirán mutuamente. Tal será el nivel de su sufrimiento que incluso hacia el final no será suficiente para hacerles ver lo que les espera si continúan atados al maligno.

Para muchas personas, que no son de Dios, al principio notarán poco estos acontecimientos. Sólo cuando su libertad sea restringida se rebelarán abiertamente contra las injusticias dentro de sus naciones. Entonces se darán cuenta del horror que se habrá creado porque la Luz de Dios se habrá extinguido. En su lugar habrá oscuridad, vacío, hambre y falta de amor. Sólo entonces el hombre clamará por la Misericordia de Dios. Yo estaré allí esperando para darles consuelo y salvar sus pobres almas asustadas.

Tu Jesús