Por cada alma que dediques a Mi Misericordia, salvaré cien más

Mi querida y amada hija, debes seguir adelante y concentrarte en aquellas pobres almas que no creen en Dios en absoluto. Me refiero a aquellos a quienes nunca se les ha dado la Verdad sobre la Existencia de Dios, su Creador.

Hay miles de millones de personas que no tienen conocimiento de la Santísima Trinidad porque les fue ocultada. Estas son las almas a las que Yo concederé gran Misericordia y necesitan que se les dé a conocer estos, Mis Mensajes al mundo.

Las otras almas que Me preocupan son aquellas que fueron tibias en su fe y que ahora se niegan a aceptar la Verdad de la vida eterna. A muchas personas que no están seguras de su Creación, o de la Existencia de Dios, pronto se les mostrará la Verdad. De nuevo les mostraré gran Misericordia y Mi Amor tocará sus corazones y serán salvados.

Pero también están aquellos que continuarán resistiendo Mi Intervención. Lucharán contra cualquier intento de que se les dé la Verdad, y la prueba que se les dará de Mi Misericordia se les echará en cara. De nuevo, Yo intervendré y continuaré luchando por sus almas.

Finalmente, están aquellos que sí saben todo sobre Mí y el hecho de que Yo Soy el Mesías. Ningún milagro o acto de amor los atraerá a Mí porque se han abandonado a Satanás. Estas almas serán devoradas por la bestia y no las dejará ir libres porque no me ven como su Salvador. Todavía no conocen la verdad del plan de la bestia. Para salvarlos, vosotros, Mis amados seguidores, debéis darme vuestra lealtad encomendándome sus almas durante vuestras oraciones y cuando recibáis la Sagrada Eucaristía. Debéis ofrecérmelas cada día y por cada alma que dediquéis a Mi Misericordia, salvaré cien más.

Hazlo todos los días. Al final de cada mes estarás lleno de alegría porque sabrás a cuántas almas así se les ha concedido esta Gran Misericordia. Este es sólo otro Regalo con el que te bendigo y las gracias que recibirás cuando reces esta Oración de Cruzada serán en abundancia.

Oración de cruzada (104)

Libera esta alma de la esclavitud

Queridísimo Jesús, te presento el alma de mi hermano y hermana, que ha abandonado su alma a Satanás.

Toma esta alma y redímela en Tus Santos Ojos.

Libera esta alma de la esclavitud de la bestia y tráele la salvación eterna. Amén.

Mi Misericordia continuará siendo dada a la humanidad, y especialmente, a cada alma que rechaza la Palabra de Dios.

Os bendigo, Mis fieles discípulos, y continúo derramando sobre vosotros el Don del Espíritu Santo.

Tu Jesús