Su trono ha sido robado. Su poder no ha

Mi amadísima hija, he sido condenado a muerte por segunda vez. El insulto de la sentencia de Roma, que has presenciado hoy, Me parte en dos.

Cuando estuve ante Mis verdugos, acusado de herejía y de atreverme a decir la Verdad, Mis apóstoles huyeron y no se les encontró por ninguna parte. Aquellos que Me siguieron y aceptaron Mis Enseñanzas Me traicionaron cuando Mi Palabra fue desafiada por aquellos en autoridad. Comenzaron a perder la confianza en Mí y empezaron a dudar de Mí.

Algunos de Mis seguidores creyeron en los delitos de herejía de los que se me acusaba y que estaban justificados. Tan poderosos eran Mis acusadores -hombres en puestos elevados, vestidos con túnicas exóticas y que caminaban y hablaban con un sentido de autoridad real- que pocos dudaron de ellos.

Fui sondeado, desafiado, despreciado, menospreciado, ridiculizado y burlado por decir la Verdad. La gente caía ante estos gobernantes - hombres con voces poderosas y cuya autoridad nunca fue cuestionada. Mi Voz se convirtió en un susurro en medio de los rugidos de Mis acusadores.

"Hereje", gritaban. Dijeron que hablaba con mala lengua, que blasfemaba contra Dios y que quería destruir su Iglesia. Y así, me asesinaron a sangre fría.

No será diferente cuando Yo trate de dar a conocer Mi Voz ahora, cuando Yo trate de advertir a todos los hijos de Dios acerca de los eventos, que Yo te hablé a ti, hija Mía, durante el último par de años. Mi Palabra será tratada con desprecio. Mi Palabra será cuestionada. Las dudas se arrastrarán y, una vez más, Mis apóstoles huirán y Me dejarán a los lobos.

No se equivoquen, la Verdad les ha sido revelada. Les he dicho a ustedes, Mis seguidores, cómo serán engañados. Esto será muy difícil para ustedes porque cuestionarán a este impostor que se sienta en la Casa de Mi Padre.

Mi amado Papa Benedicto XVI fue perseguido y huyó, como fue predicho. Yo no he designado a esta persona, que dice venir en Mi Nombre.

Él, el Papa Benedicto, guiará a Mis seguidores hacia la Verdad. Yo no lo he abandonado y lo estrecharé contra Mi Corazón y le daré el consuelo que necesita en estos terribles momentos.

Su trono ha sido robado. Su poder no.

Tu Jesús