Vives en una época en la que muchos de los hijos de Dios se han vuelto paganos...

Mi querida y amada hija, estás viviendo en el tiempo en que muchos de los hijos de Dios se han vuelto paganos. Incluso los nacidos como judíos y cristianos han recurrido ahora a diferentes tipos de idolatría, como se predijo.

Cómo Me ofende ser testigo del respeto, que los hijos de Dios tienen en sus corazones por la autogratificación y la creencia en dioses falsos, que sólo existen en sus mentes.

Las oleadas de espiritualismo de la nueva era y una pasión por todas las cosas, que se relacionan con la calma de la mente, equivalen a una cosa. Estas personas están en la oscuridad porque se niegan a reconocerme a Mí, Jesucristo. Bloqueando la Luz de Dios, deliberadamente, ellos se dejan a si mismos abiertos a la oscuridad del espiritu del mal. Satanás y sus demonios se aprovechan de tales almas y causan, dentro de ellas, un terrible vacío descarnado, que no importa qué remedios espirituales de la nueva era busquen, nunca encontrarán consuelo, porque este no es el hábitat natural en el que nacieron.

El paganismo que se ha apoderado de la humanidad en este tiempo está en su punto más alto desde antes del tiempo en que Yo, Jesucristo, nací en la tierra. A pesar de que al mundo se le dio la Verdad de la Existencia de Dios, y a pesar de que Yo, a través de Mi muerte en la Cruz, los salvé de la condenación, ellos todavía dan la espalda.

La obsesión por uno mismo, la adulación y el amor a los excesos mundanos son el azote de la humanidad y proceden de un sentimiento desesperado de malestar, inquietud y esterilidad. La idolatría -el amor a los personajes famosos, a los falsos dioses y a la ostentación de objetos paganos- trae una nube de tinieblas sobre todos los que se apasionan por tales afanes. Los cristianos sufren el ridículo a manos de tales personas, pero con su sufrimiento y sus oraciones pueden ayudar a salvar a sus semejantes de las llamas del Infierno.

Cuando coqueteas con estos falsos ídolos, juegas con los demonios del Infierno, enviados para arrastrarte al abismo por la eternidad. Nunca creas que tales prácticas paganas son inofensivas, porque no lo son. Cuando gastas tu tiempo y tu mente en tales distracciones te alejas de Dios y de la vida eterna.

Despierta a la Verdad. Yo Soy la Verdad. No hay otro camino a la felicidad eterna, sólo a través de Mí, Jesucristo, el Hijo del Hombre. Vengo ahora a revelar la Verdad, para poder salvaros de nuevo y traeros la vida eterna ayudándoos a salvar vuestras almas.

Tu Jesús