Madre de Dios: Muchos se sentirán solos en su búsqueda para formar grupos de oración

Hijos míos, debéis buscar el consuelo los unos de los otros, mientras os reunís, en cada rincón de la tierra, para formar el Ejército Remanente de Mi Hijo.

Muchos se sentirán solos, en su búsqueda para formar grupos de oración, y pueden sentir que es inútil, a veces. Por cada Grupo de Oración que se forme, para recitar las Oraciones de la Cruzada, una Gracia especial les será dada por mi precioso Hijo.

Él está presente en cada grupo y te hará consciente de ello. Sentirás Su Amor y luego serás testigo de los frutos, ya que se derramarán y difundirán Su Santísima Palabra.

Hijos, sois bendecidos por haberos dado el Don de la humildad, porque sólo aquellos de vosotros que aceptáis la Palabra de mi Hijo, sin ninguna duda, produciréis muchas conversiones, a causa de vuestros Grupos de Oración.

El Espíritu Santo se está moviendo ahora, rápidamente, entre ustedes, queridos hijos, y me trae tanta alegría ver cuánto Él agita sus almas.

Debéis permanecer unidos, hijitos míos, porque mi Hijo necesita vuestro amor y vuestro compromiso, para poder salvar a la humanidad. Sin embargo, os convertiréis en un objetivo para el maligno que levantará a cada demonio, bajo su ala, para infiltrarse en vosotros y causar división. Reconoced estos intentos por lo que son y confiad plenamente en mi Hijo. Invocadme a mí, vuestra amada Madre, para mantener unidos vuestros Grupos de Oración de la Cruzada.

Cruzada de Oración (97) Unir a los Grupos de Cruzada de Oración

Oh amada Madre de la Salvación, te imploro que unas, a través de tus oraciones, a todo el Ejército Remanente de Dios, en todo el mundo.

Cubre a todos los Grupos de Oración de la Cruzada con la Gracia de la Salvación, derramada sobre nosotros, por la Misericordia de tu Hijo, Jesucristo.

Envía a tus ángeles para que nos cubran a cada uno de nosotros, y especialmente, a los sacerdotes que dirigen los Grupos de Oración de la Cruzada.

Ayúdanos a evitar las distracciones, que causan división entre nosotros, y protégenos con tu don de armadura, para que seamos inmunes a los ataques, que tendremos que soportar, por nuestro amor a Jesucristo, en esta Santa Misión de salvar almas. Amén.

Id en paz, mis amados hijos, y sabed que el Ejército Remanente de Dios, a través de la Gracia de mi Hijo, le ayudará a salvar miles de millones de almas.

Tu querida Madre

Madre de la Salvación