Mi Tiempo, que está entrelazado con la Divina Voluntad de Mi Padre, está casi sobre ti

Mi querida y amada hija, Mi Tiempo en la tierra puede parecer que terminó con Mi Crucifixión, pero eso fue sólo el principio.

Mi Tiempo, que está entrelazado con la Divina Voluntad de Mi Padre, está casi sobre vosotros y, finalmente, vendré, una vez más, a envolver a la humanidad en Mi Sagrado Corazón.

Mucho se ha logrado, no sólo por ustedes, Mis muy amados discípulos, sino por la Fe de Mi Iglesia al resistir la persecución infligida a Mi Cuerpo en la tierra por los gobiernos seculares.

Cómo amo a Mis fieles seguidores. Cuánto consuelo Me traen, por su firme y leal lealtad. El Espíritu Santo hace estragos en estos tiempos y fue lanzado, como una red sobre la humanidad, como antídoto contra el espíritu del mal presente en el corazón de los hombres.

Si vosotros, Mis seguidores, vierais, como yo veo, a los espíritus malignos que vagan por la tierra buscando un hogar, os moriríais de miedo. Buscan refugio en el alma humana y en el hogar que habitan. Las almas que no Me aman, que rechazan a Dios y que siguen las falsas enseñanzas, difundidas por Satanás, incluidas las organizaciones de la nueva era -que se hacen pasar por organizaciones religiosas y espirituales- se abren de par en par a estos espíritus. Muchas de estas almas se sentirían insultadas si se les dijera que son portadoras de tales espíritus malignos. No lo creerían, incluso cuando muestran signos de profunda angustia emocional.

Estos espíritus malignos, y hay muchos, se muestran a Mí donde se retuercen en la negrura ante Mí. Puedo verlos burlarse y escupirme desde sus viles bocas. Cuando están presentes en los hijos de Dios, transforman a la persona en la que han entrado, aunque lentamente, al principio. Con el tiempo, estas pobres almas, vomitarán obscenidades contra Dios y las Leyes establecidas por Él. Promoverán actos malvados, de todo tipo, y harán todo lo posible para seducir a otras almas a cometer pecado. A medida que aumenten la velocidad de su infestación, el Espíritu Santo, presente en los corazones de Mis seguidores, escenificará una poderosa batalla para ayudar a erradicar este mal. Por eso la oración es tan importante. Tus oraciones, ofrecidas para detener la propagación de leyes malignas, que ofenden a Dios, serán escuchadas y actuadas.

Por favor, continúe recitando la Oración de la Cruzada (87) para proteger a su nación del mal y para que los actos malvados de persecución puedan ser mitigados.

Tu Jesús