Esta gente destruirá Mis Iglesias y a pocos se les permitirá ofrecer los Sacrificios diarios

Mi querida y amada hija, deseo que Mis discípulos abracen los cambios que se avecinan sin miedo. Es debido a estos cambios que el hombre puede ser purificado.

Los actos malvados de guerra y la abolición de vuestros derechos, provocados para controlar la forma en que se gobiernan vuestros países, pronto tendrán lugar. Si esta batalla final entre el Reino de Mi Padre y el diablo y sus espíritus malignos no tuviera lugar, entonces el mal no podría ser destruido.

Habrá intentos, constantemente, de apoderarse de sus monedas y de su acceso personal al dinero. Pero sus oraciones pueden detener a estos malvados líderes de infligir este intento de esclavitud. Esta gente destruirá Mis Iglesias y a pocos se les permitirá ofrecer los Sacrificios diarios. Sin embargo, habrá aquellos entre ellos, que permanecerán en pie debido a la Gracia de Dios.

Perseguirán a la Iglesia y causarán una gran división entre los líderes de las Iglesias cristianas y, sin embargo, quedarán sacerdotes y clérigos en pie porque se negarán a someterse a esta presión.

Intentarán detener los Sacramentos del Bautismo, la Sagrada Comunión y la Confesión y, sin embargo, estos fieles y valientes siervos sagrados continuarán sirviéndome.

Recuerden que sus oraciones diluirán el impacto y la severidad de estas pruebas. Cuando Mis almas elegidas oren por estos actos de Misericordia, especialmente, responderé a sus llamados.

Tu Jesús