Soy un Dios que todo lo perdona, dispuesto a concederte la libertad de los pecados, que te atrapan

Mi querida y amada hija, deseo llegar a aquellos de ustedes que están atribulados en sus vidas en este momento.

Hago un llamado a aquellos de ustedes que están en pecado profundo y que están desesperados de encontrar consuelo debido al dolor en el que se encuentran. Puedes ser culpable de pecado grave, incluyendo asesinato, aborto, violencia, depravación sexual, o puedes haber incursionado en lo oculto, pero ¿no sabes que todo lo que debes hacer es volverte a Mí y pedirme que te ayude?

Soy un Dios que todo lo perdona, dispuesto a concederte la libertad de los pecados, que te atrapan. Estos pecados pueden ser desterrados de tu vida. Todo lo que se necesita es coraje. Recuerda que no hay ningún pecado, aparte del pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo, del que Yo no te absolveré.

No es que los pecadores no puedan permanecer en estado de gracia durante mucho tiempo, lo que te impide buscar Mi Perdón. Es el pensamiento de que Yo nunca podría perdonarte lo que te aleja de Mí.

Mi Misericordia es tan grande que se dará a quienes la pidan.

Os llamo a todos los que no estáis seguros de Mi Existencia. Les pido que confíen en Mí. Confiando en Mí, comunicándote Conmigo y pidiéndome perdón que recibirás la respuesta que anhelas.

Yo responderé y tú lo sentirás en tu corazón cuando reces la Oración de la Cruzada pidiendo la Gracia de Mi Misericordia para los miserables pecadores.

Oración de cruzada (89) Por los miserables pecadores

Querido Jesús, ayúdame a mí, pobre pecador, a venir a Ti con remordimiento en mi alma.

Límpiame de los pecados, que han destruido mi vida.

Dame el don de una vida nueva, libre de las cadenas del pecado y de la libertad que mis pecados me niegan.

Renuévame en la Luz de Tu Misericordia.

Abrázame en Tu Corazón.

Permíteme sentir Tu Amor para que pueda acercarme a Ti y que mi amor por Ti se encienda.

Ten piedad de mí, Jesús, y líbrame del pecado.

Hazme digno de entrar en Tu Nuevo Paraíso. Amén.

Recuerda que no es porque las almas sean dignas de entrar en Mi Reino que reciben la reconciliación. Es porque Mi Misericordia es tan grande que puedo salvar a cada pecador si tan sólo buscaran el valor que necesitan para pedirme ayuda.

Os amo a todos con una pasión permanente. Nunca rechacen Mi Amor o Misericordia ya que sin ellos se hundirán más en el pecado y permanecerán perdidos para Mí.

Cuando reces esta oración, responderé de tal manera que te resultará muy difícil volver a apartarte de Mí.

Tu amado Jesús