Cómo garantizar que sus familiares y amigos puedan entrar en el Cielo

Mi amada hija, me regocijo porque tantos buenos y devotos seguidores Míos se unen durante la Semana Santa, como uno solo, para honrar el Sacrificio que hice por todos. Un Sacrificio que Yo daría voluntariamente una y otra vez si fuera para salvar a cada uno de vosotros. Mi Amor es profundo por cada individuo en el mundo, cada uno de los cuales fue creado a través de la Santa Voluntad de Dios Padre Eterno, Creador de la humanidad. Todos vosotros ocupáis un lugar muy especial en Mi Corazón, incluso aquellos que no Me conocéis.

Si les prometieran una vida en esta Tierra que les ofreciera riqueza y felicidad, muchos de ustedes aprovecharían la oportunidad. Tan desesperados estáis por satisfacer vuestras aspiraciones del cuerpo. Si a los hombres se les ofreciera el Paraíso en el Cielo, les resultaría difícil concebirlo. Lo comprendo. El alma tibia necesitaría tener una imaginación muy viva para comprender este glorioso lugar. Siempre le costará imaginar esta entidad gloriosa. Las únicas almas que pueden hacerlo son las que tienen una fe firme en la existencia de Dios. La única manera de comprender verdaderamente la joya que aguarda a cada uno de ustedes es fortalecer su creencia. La única manera de hacerlo es rezar con fuerza para ver la Verdad, la Luz, el brillante futuro que aguarda a todos aquellos que honran a Dios Padre Todopoderoso. Creyentes, debéis rezar por vuestros amigos, cónyuges, parientes, padres, hermanos, hermanas e hijos que tienen poca fe. Mi oración de la Divina Misericordia, cuando sea recitada por vosotros en su nombre, salvará sus almas. Esta es la promesa que os hago ahora.

Tu amoroso Salvador
Jesucristo