miércoles, 5 diciembre 2012 20:40
Volume 3no hacer complejas las oracionesMaría como intercesoraNuestra Señora ProtectoraMadre de la SalvaciónHija mía, por favor, di a mis hijos que me invoquen a mí, su amada Madre, para que pueda protegerlos en estos momentos de confusión y angustia.
Mi Corazón Inmaculado es el refugio al que debéis dirigiros para que, por mi intercesión, podáis renovar vuestra fe y confianza en mi Hijo.
Vendré en vuestra ayuda y caerán mis lágrimas de amor y compasión por cada uno de vosotros y entonces encontraréis la paz en vuestro corazón.
Con mi ayuda, que debéis procurar buscar cada día, mi Hijo os dará las gracias necesarias para que seáis dignos de su Gran Misericordia.
Nunca dudes en invocarme, pues mi Hijo me ha concedido un don especial.
Te ayudaré a preparar tu alma para que sea agradable a mi Hijo.
Mi ayuda te hará más fuerte y sentirás una cercanía a mi Hijo, que te reconfortará tanto, que volverás de nuevo a mí para que te mantenga a salvo.
Como Madre de la Salvación, os ayudaré a vosotros y a vuestras familias a consagraros a mi Hijo Jesucristo.
Nunca debes temer a mi Hijo, por más que hayas pecado, porque Él siempre está esperando y aguardando a que lo invoques. Su Misericordia está más allá de tu comprensión.
Mis dulces hijos, nunca debéis complicar la oración. Basta con que habléis con mi Hijo y me invoquéis para que os ayude a llevaros a Él.
Tu Madre Celestial
Madre de la Salvación