martes, 27 noviembre 2012 20:08
a los cardenalesa los que creen en estos Mensajespersecución de esta Misióna los enemigos de la MisiónCruzada Oracionesadvertencia para el cleroa los sacerdotesluchar contra esta Misiónal cleroMi muy querida y amada hija, debo explicarte que muchos de ustedes que trabajan duro para promover y difundir Mi Santa Palabra serán atacados más que nunca por autoproclamados expertos que desestimarán estos Mensajes como sin importancia.
Otros, que te atacan, dirán que no tienes derecho a proclamar Mi Palabra ni a declarar que es la Verdad.
Finalmente, serás amenazado por ciertos siervos sagrados de dentro de Mi Iglesia y te dirán que pares lo que estás haciendo ya que están ofendidos por tu trabajo. Ellos dirán que estos Mensajes no son de Dios.
Sospechan que provienen de una fuerza maligna. Dirán que estos Mensajes se oponen a las Enseñanzas de Mi Iglesia. Yo les digo esto.
¿Qué parte de los Mensajes te causa tanto dolor? ¿Por qué no dices la Verdad cuando criticas Mi Palabra?
¿Por qué te jactas de tus conocimientos sobre asuntos espirituales que, según dices, superan los míos?
¿Hablas en nombre de Mi Cuerpo en la tierra, Mi Iglesia? Si es así, entonces no lo he autorizado, a través de Mi Santo Vicario.
¿Su campaña para rechazar tan intensamente estos Mensajes se basa en sus propios puntos de vista y opiniones personales?
Encuentras faltas y luego amenazas a tu rebaño de que si leen Mi Palabra se equivocarán.
Mi Santa Palabra dices que debe ser rechazada y luego le dices a Mis seguidores que es su deber hacerlo.
¿Por qué temes al Rey a Quien has empeñado tu vida?
No soy de temer aún, Mi Palabra, se sienta incómoda contigo.
Hay muchos profetas autoproclamados en el mundo que no son auténticos y necesitan las oraciones de muchos. Sin embargo, aquellos que son auténticos son a los que más se dirigirán siempre. Son Mis profetas auténticos los que incurren en la ira de los sacerdotes, que todavía no están seguros del objetivo de esta Mi Santa Misión.
Tened cuidado de a quién desafiáis, difundís veneno, falsedades y creáis calumnias, porque no os he dado a vosotros ni a Mi Iglesia la autoridad para hacerlo. Sacerdotes míos, no debéis ofenderme declarándome mentiroso.
Cuando el día de la Verdad te sea revelado, sentirás mucha vergüenza.
Debes deponer las armas y eliminar todo el odio y la ira que te atormentan ahora mismo. Entonces mira lo que te ha sucedido. Satanás te ha engañado de tal manera que tus ataques verbales y escritos a esta Obra van mucho más allá de lo que se espera de ti como sacerdote.
¿Por qué ha sucedido esto? Es para retrasar esta Misión y alejar a la gente de Mis Oraciones, que han sido enviadas desde el Cielo para salvar almas. Lo que estáis haciendo es intentar detenerme a Mí, vuestro Jesús, en Mi Plan para la salvación de la humanidad.
Esta es una ofensa muy grave contra Dios.
He aquí una Oración de Cruzada para ayudarte a responder a Mi Llamada y liberarte del tormento de la duda.
Oración de cruzada (86) Líbrame del tormento de la duda
Vengo ante Ti confundido, inseguro y frustrado, querido Jesús, porque estoy preocupado por la Verdad que proclamas en Tus Mensajes.
Perdóname si Te he ofendido.
Perdóname si no puedo escucharte.
Abre mis ojos para que se me muestre qué es lo que Tú necesitas que yo entienda.
Te imploro, que me des el Poder del Espíritu Santo para mostrarme la Verdad.
Te amo, querido Jesús, y te ruego que me liberes del tormento de la duda.
Ayúdame a responder a Tu llamada.
Perdóname si Te he ofendido y acércame a Tu Corazón.
Guíame a Tu Nuevo Reino y concédeme el favor, para que a través de mis propias oraciones y sufrimiento, pueda ayudarte a salvar almas tan preciosas para Tu Sagrado Corazón.
Tu Jesús