Virgen María: Debes rezar para que esas pobres almas que siguen crucificando a mi Hijo se aparten del pecado

Hija mía, todos mis hijos que aman a mi Hijo deben unirse en oración en este momento de lucha en el mundo.

Debes rezar para que esas pobres almas que siguen crucificando a mi Hijo se aparten del pecado e imploren a mi Hijo que las perdone.

El tiempo es corto y sólo los que están en estado de gracia pueden entrar en el Reino de mi Hijo.

Cuando antes se necesitaban muchos años de oración y sacrificio y devoción a mí, vuestra Santísima Madre; ahora sólo os quedará un tiempo muy corto para buscar la redención.

Orad, hijitos míos, duramente por los que insultan a mi Hijo y deshonran a mi Padre, Dios Altísimo.

Muchos han dado la espalda a Dios. El maligno ha conseguido convertir sus corazones en piedra.

Muy pocos honran la vida, que fue dada a los hijos de Dios. Vuestras vidas están en manos de Dios. Cualquiera que interfiera con la Creación de Dios será castigado.

Hija mía, debes llamar a todos los que han recibido el Libro de la Verdad para que recen a mí, la Madre de la Salvación. Se me ha confiado la tarea de ayudar a mi Hijo en la redención de la humanidad.

Permitidme que os ayude, hijos, a ver el camino hacia mi Hijo con claridad y amor en vuestros corazones.

Te ayudaré a superar todo obstáculo que bloquee tu camino hacia la Misericordia de mi Hijo.

Por favor, recuerda que mi Hijo es todo perdón. Él ama a todos los hijos de Dios, no importa cómo lo atormenten.

Todo lo que debes hacer es dirigirte a Él y pedirle Su Misericordia para que te acerque a Él.

Rezad, rezad, rezad por todos aquellos que han ofendido a mi Hijo y que han profanado sus Iglesias, pues necesitan vuestra ayuda.

Son almas perdidas y deben ser traídas de vuelta al Seno de mi Hijo. De lo contrario esto rompería Su Corazón.

Gracias por responder a esta llamada del Cielo.

Tu querida Madre

Madre de la Salvación