Virgen María: Vuélvete y pide a mi Hijo que te guíe hacia su Gran Misericordia

Hija mía, la oscuridad, que cae sobre el mundo, se verá de varias maneras.

Leyes, introducidas, que dividen la unidad familiar, serán testimonio de la influencia del maligno en vuestros gobiernos.

Las leyes, introducidas para condonar el aborto, rompen el Corazón de mi Padre. Nadie tiene derecho a interferir en la Creación de Dios, y sin embargo esto es lo que hace la humanidad, a diario, sin ningún sentimiento de vergüenza o culpa.

Hija mía, debes rezar mucho por la redención de la humanidad, porque muy pronto se dividirá en dos mitades: los fieles a Dios y los que le rechazan. El hermano será separado del hermano, los vecindarios divididos, y las familias se dividirán en dos mitades. Este tiempo ha sido predicho.

Para asegurarse de que Dios pueda salvar tantas almas como sea posible, les dará muchas oportunidades de volver a Él.

Rezad ahora, por vuestras familias, vuestros amigos y vecinos antes de que se produzca la división final. Entonces se acercará el día de la Segunda Venida de mi Hijo.

Ustedes, hijos míos, están muy confundidos. Esta confusión, y el vacío del alma, son causados por la falta de creencia en Dios. Ningún alma puede sobrevivir sin el Amor de Dios en sus corazones.

Son como barcos vacíos flotando en el mar sin idea de su destino final. Flotan sin rumbo en un amplio vacío donde nada les satisface; donde nada en el mundo puede traerles la verdadera paz.

Vuélvete y pídele a mi Hijo que te guíe hacia Su Gran Misericordia y Él te traerá la paz por la que luchas. Todo lo que necesitas hacer es pedir.

Pídeme a mí, tu amada Madre, que te lleve a mi Hijo. Yo te guiaré y te protegeré siempre, a cada paso del camino.

Tu querida Madre

Reina de la Paz

Madre de la Salvación