Será por su mano que relámpagos, terremotos y tsunamis golpearán la tierra

Mi querida y amada hija, hay un plan para iniciar una oleada de predicación global.

Esta predicación no será de Dios. En cambio, predicará una mentira, que afirmará que Dios no existe ni puede existir.

Dirán, utilizando el razonamiento humano y la evaluación científica, que Dios no es más que un producto de la imaginación del hombre.

Esta predicación no es accidental, pues se trata de una campaña bien planeada y coordinada urdida por estos ateos cuya lealtad es al maligno.

Sus corazones, mentes y almas han sido robados por Satanás, que utiliza su orgullo de intelecto humano para proclamar arrogantemente mentiras para bloquear la Verdad.

Este es un plan para convertir en piedra los corazones de la gente en todas partes, al igual que sus propios corazones son fríos y sin amor. Entonces habrá un anuncio de que una nueva religión sustituta será introducida en la ley.

La religión mundial única rendirá homenaje a la bestia, porque será de la mano de los esclavos del rey de las tinieblas que se producirá esta atrocidad.

Los ateos que idearán este plan son devotos seguidores de Satanás.

No se equivoquen: idolatran a la bestia y no piensan en el daño y el tormento que provocarán sus acciones.

Su misión es abolir la lealtad al único Dios Verdadero, el Dios que ama a cada uno de los hijos que creó. Rechazarán los esfuerzos que ahora se hacen desde el Cielo para salvar a la humanidad de la destrucción final.

Por su mano caerán sobre la tierra rayos, terremotos y tsunamis.

Serán detenidos.

Sufrirán terriblemente y se ha predicho su agonizante final.

La Batalla de Armagedón será feroz, porque Dios ya no se sentará y permitirá tal infestación.

Castigos terribles, de tal magnitud, aniquilarán a aquellos paganos que rechazan la Palabra de Dios.

Rezar a Dios buscando Misericordia es la única manera de mitigar tales castigos.

Vuestras oraciones, suplicando el perdón de sus pecados, es el único modo en que tales almas pueden salvarse.

Hija mía, mucha destrucción resultará a causa de la obra perversa, que estos grupos de ateos pretenden forzar sobre la tierra.

Muchos no son conscientes de la gravedad de sus actos.

Muchos, sin embargo, saben exactamente lo que hacen, porque son mentirosos.

Ellos no creen en Dios, porque han elegido a Su némesis, el diablo, como su dios por su propia libre elección.

Lo único que quieren es robar almas.

Dios Mi Padre, por Su Poder, intervendrá no sólo para castigarlos, sino para salvar almas antes de que le sean robadas.

Tu Jesús