martes, 16 octubre 2012 16:20
Volume 3último profetaoraciónla AdvertenciaConfesiónno juzguesApocalipsislibre albedríoMi querida y amada hija, cuando digo que he enviado a Mis profetas al mundo, esto significa que a cada uno se le ha dado una misión específica. No hay dos misiones que se crucen.
Es una época difícil y solitaria para los numerosos videntes y profetas, porque cada uno trabaja solo. Tú, hija Mía, como te he dicho eres la última profeta. Cualquiera que salga ahora, y pretenda proclamar Mi Palabra, desde que recibiste tus Mensajes, no le ha sido dada esta autoridad por Mí.
Muchas pobres almas han decidido buscar atención, y en algunos casos, desviar la atención de estos Santos Mensajes, dados al mundo para ayudar a salvar Mis almas.
Vengo a suplicar a los hijos de Dios que escuchen lo que tengo que decirles, pero no puedo obligarles a que Me escuchen.
Nunca puedo ordenar a los hijos de Dios que hagan algo, porque esto no es posible, ya que se les ha dado el Don del libre albedrío.
Todo lo que pido es que abran sus corazones, y permitan que Mi Amor llene sus almas. Yo quiero que todos ustedes, incluyendo aquellos que cometen actos malvados, sepan que Yo los amo. Como tal, vuestra salvación es Mi prioridad. De cualquier manera, las profecías predichas en el Libro del Apocalipsis han comenzado.
Aquellos que escuchan Mis instrucciones y responden a Mi llamada pueden salvar muchas almas.
Mi deseo es que cada uno de vosotros venga a Mí y comparta el Reino del Nuevo Paraíso.
No condeno a los pecadores empedernidos, ni te pido que los condenes, pues no es tu derecho. Si y cuando condenas a otro, no hablas en el Nombre de Dios. Si animas a otros a juzgar a otras personas, condenándolas, me rechazas a Mí, tu Jesús.
Os pido a todos que escuchéis una sola voz en este momento. Mi Voz es todo en lo que debéis concentraros, si deseáis salvaros a vosotros mismos, a vuestras familias, amigos y vecinos. Todas las oraciones están siendo solicitadas ahora para ayudarles a ustedes y a sus seres queridos a prepararse para Mi Confesión, la Advertencia.
Ya queda poco.
Tu Jesús