Hija mía, por favor reza por mis hijos perdidos que aumentan en número cada día. Ellos no creen ni pueden creer en mi Hijo y se vuelven hacia otro lado.
Lloro lágrimas de sangre por ellos y me pesa el Corazón. Qué perdidos están y qué vacíos se sienten.
Rezo para que Dios, en Su Misericordia, abra pronto sus corazones endurecidos.
El Aviso está cerca, hija mía. Mis hijos necesitan prepararse. Aquellos que rehuyan estos Santos Mensajes, de mi Hijo y mi Padre Eterno, tendrán que responder ante Dios.
Muchos han dañado esta Misión y han animado a las almas a alejarse. Muchas de esas almas han muerto desde entonces, en pecado mortal. Si hubieran aceptado las oraciones dadas a la humanidad, a través de las Oraciones de la Cruzada, podrían haberse salvado.
Aquellos que no acepten estos Mensajes no deben colaborar con el maligno para socavar la Palabra de Dios. Deben orar por la ayuda necesaria para encontrar la paz en su interior.
Se ha profetizado, que el profeta de los últimos tiempos no sería aceptado, aunque, mucha conversión se logrará, a través de la difusión de la Palabra de Dios.
Será a vuestro riesgo rechazar la ayuda, que está siendo enviada desde el Cielo, en este momento, para ayudaros a salvar vuestras almas.
No insultes a mi Hijo, por no escuchar. Puedes hacer oídos sordos cuando hayas leído estos Mensajes del Cielo, pero primero debes escuchar.
Tu libre albedrío significa que puedes elegir qué camino quieres seguir.
Tu libre albedrío no significa que tengas derecho a blasfemar deliberadamente contra el Espíritu Santo.
Cuando tenga lugar el Aviso, te llenarás de la Luz de la Verdad.
Vuestra alma se iluminará y veréis qué buenas acciones, y qué malas acciones, llevasteis a cabo a lo largo de vuestras vidas. En ese momento, muchos de vosotros abrazaréis el Amor de Dios. Desgraciadamente, muchos serán demasiado obstinados para aceptar sus malas acciones. Serán desechados y sufrirán terriblemente.
Esté preparado en todo momento. El tiempo apremia.
