La Luz de Dios está presente en todos y cada uno de vosotros

Mi querida y amada hija, para amarme de verdad, debes ver a los demás a través de Mis Ojos.

Cuando mires a otra persona, mira atentamente y trata de ver Mi Presencia, pues Yo estoy presente en todas las almas, incluso en las ennegrecidas.

Yo estoy allí. Mira y Me verás. Esta es una de las gracias más extraordinarias dadas por Mi Padre Eterno a cada uno de Sus hijos

La Luz de Dios está presente en todos y cada uno de vosotros.

Esto es amor y cada alma tiene la capacidad de amar.

Cuando veas a otros, a través de Mis Ojos, sentirás amor y esto tocará tu alma de una manera que no podrás negar. Este amor es real, pero no puedes verlo ni tocarlo. También te resultará difícil explicárselo a los demás. Sin embargo, está ahí.

Si todos los hijos de Dios pudieran honrar la Divina Presencia de Mi Padre en el mundo, en Sus hijos, entonces la paz reinaría en la tierra. Buscad el amor y lo encontraréis.

Tómate tu tiempo para reflexionar sobre lo que te digo ahora. La Luz del Amor de Dios es como una estrella brillante presente en cada alma. En algunas, brilla intensamente y puedes sentir que el amor de esa persona te envuelve. En otras, no es más que un tenue destello, difícil de encontrar, pero que sin embargo está ahí.

Cuando os miréis, pensad en ello así. Dios os creó a cada uno de vosotros. Sois hermanos y hermanas a Sus Ojos. Le da tanta alegría cuando ve a Sus hijos mostrar amor y respeto el uno por el otro.

Cuando se pelean entre ellos, causan penurias y sufrimiento a los demás, Él siente un terrible dolor. Como a cualquier padre, le duele cuando Sus hijos no comparten Su Amor, el Amor por el que fueron creados.

Recordad también que cuando os hacéis daño unos a otros, hacéis daño a Mi Padre. Él siente el dolor que infligís a Sus hijos.

Piénsalo dos veces la próxima vez que juzgues a otro duramente o muestres odio, hacia otro. Cuando haces estas cosas, desagradan a Mi Padre.

Si alguien te hace daño, reza por él. Porque cuando hay tensión y falta de amor entre dos personas, la causa son los espíritus malignos.

Supera esta tentación. Ama a los demás. Trátalos con respeto. Míralos como a través de los Ojos de Dios. Cuando hagas esto encontrarás el amor. Os resultará más fácil convivir y aceptar los defectos de los demás.

Tu Jesús