martes, 25 septiembre 2012 12:50
Volume 3Don de la Infulgencia Plenariaconsecuencias del pecadoSacramento de la ComuniónCruzada OracionesEucaristíaConfesiónRosariotáctica de satanásMadre de la SalvaciónMi querida y amada hija, nunca debes volverte complaciente y sentir que este trabajo, cuando parece ir bien, escapará por un momento al azote del maligno. Él está furioso. Se mete en cada tarea que emprendes, crea problemas y obstáculos, que te dejan frustrada e impotente.
Mucha gente está ciega ante el azote que inflige a la humanidad. Como no pueden verlo, no creen que exista. Aquellos que le abren el camino, a través del pecado, y le permiten entrar en sus almas encontrarán imposible librarse del terrible daño y descontento que traerá a sus vidas.
Sólo hay tres maneras de protegerse del maligno.
La primera es que el Sacramento de la Confesión limpia tu alma, si eres genuino en tu remordimiento. Para los no católicos, por favor acepten el Regalo de la Indulgencia Plenaria en la Oración de la Cruzada (24), dada al mundo a través de esta Misión.
La segunda manera es a través de la devoción diaria a Mi Madre, a quien se le ha dado el poder de aplastar a Satanás. Su Santo Rosario es un escudo importante, que te cubrirá a ti y a tu familia lejos de su mal de ojo.
La última es a través del Estado de Gracia, que puedes alcanzar a través de la comunicación regular Conmigo recibiéndome en la Sagrada Eucaristía.
Tantas personas que quieren escapar de las garras de Satanás, y que en su corazón saben que han sido absorbidos por un vórtice de maldad, deben dirigirse a Mí y pedirme que les ayude a través de esta Oración especial de la Cruzada(78) Sálvame del Mal.
Oh Jesús protégeme del poder de Satanás.
Acógeme en Tu Corazón mientras le suelto toda mi lealtad a él y a sus malvados caminos.
Rindo mi voluntad y vengo ante Ti de rodillas con un corazón humilde y contrito.
Dejo mi vida en Tus Santos Brazos.
Sálvame del mal. Libérame y llévame a Tu refugio seguro de protección ahora y siempre.
Amén.
Tu Jesús