Reza por los que te causan dolor

Esta noche, Mi amada hija, sientes una paz, que no has sentido por tanto tiempo. Tú, hija Mía, has sido torturada por el engañador y ahora, a través de las gracias que te he concedido ya no sientes los efectos de tales ataques.

Te he enviado un alma limpia, llena de amor, para ayudarte a guiarte. Te llevará de la mano y te guiará hacia Mí y hacia la Verdad. Tú, Mi amada hija, ahora entiendes lo que es sufrir en Mi Nombre. Sabes lo que es ser escarnecida en público, ridiculizada a tus espaldas, acusada de maldad, de la cual no eres culpable, y todo, en Mi Nombre. Alégrate, hija Mía, porque esto significa que ahora te has unido más estrechamente a Mí. La oración, como ahora finalmente entiendes, te mantendrá en un estado de gracia y paz.

Hija mía, no juzgues a los que te causan dolor. Reza por ellos. Perdónalos. Pero eso ya lo has hecho, ¿verdad? Ahora entiendes la Verdad de Mis Enseñanzas. Te haré más y más fuerte, hija Mía. Nunca temas. Como te he dicho antes, el engañador nunca robará tu alma. Te estrecho en Mis Brazos y te juro que si te desvías siempre te traeré de vuelta a Mí.

Ahora debes obtener la fuerza y el coraje para comunicar Mis Mensajes Divinos a la humanidad. Son urgentes. Ya sabes lo que tienes que hacer. Llámame a tu corazón cada minuto del día. Te amo, Mi valiente y preciosa hija. Estoy orgulloso de ti por la forma en que defendiste con calma la Verdad y no negaste estos Mensajes Sagrados, porque ahora conoces la Verdad.

Tu amoroso Salvador, Jesucristo