Esta Misión es el último Don de Profecía sancionado por Mi Padre para salvar almas.

Mi muy querida y amada hija, la velocidad a la que Mis Mensajes están siendo dados a la humanidad es indicativa de la urgencia de esta Misión.

Hay tanta gente perdida en el mundo.

Tantas pobres almas no saben quién es Dios, Mi Padre.

Tantos no me aceptan a Mí, Su Hijo amado, como el Verdadero Mesías.

Esta Misión es el último Don de Profecía sancionado por Mi Padre para salvar almas.

Estos Mensajes son para cristianos, judíos, musulmanes, ateos, agnósticos y todos aquellos que buscan consuelo en las religiones hechas por el hombre.

Todas las personas, todas las almas, tienen el mismo deseo de encontrar sentido a sus vidas.

A la mayoría se les rompe el corazón si no creen en Dios, pues creen que todo termina cuando expira su vida en la tierra.

Oh, si pudieran ver lo que sucede cuando sus almas vienen ante Mí. Me ven y se quedan sin palabras porque no pueden creer que Yo sea real. La alegría de muchas de estas almas sólo es igualada por el alivio si mueren en Estado de Gracia.

Sin embargo, la alegría de esas almas en la oscuridad, cuando Me ven, se corta y se alejan de Mí, hacia las profundidades del Infierno en un estado de shock y desesperación.

Aquellas almas que conocen las Enseñanzas de Dios, a través de Sus profetas y como resultado de Mi propia Misión en la tierra, y que Me rechazan, lo saben.

Has elegido dar la espalda a la Verdad. Debido a Mi Amor por ti haré todo lo que pueda para abrir tus ojos.

Traeré regalos y por Mi Gran Misericordia os salvaré. Os invito a todos, independientemente de la religión que sigáis, a escuchar estas palabras ahora.

Todos ustedes saben lo que es formar parte de una familia.

Algunos de ustedes tienen la suerte de haber nacido en una familia llena de amor.

Otros no son tan bendecidos y pueden haber sufrido dificultades y oscuridad dentro de la unidad familiar. Otros están perdidos, magullados, enfadados y no pueden sentir verdadero amor por sus familias.

Algunos son arrojados al desierto para valerse por sí mismos sin nadie a quien recurrir.

Muchos simplemente necesitan una muleta de algún tipo en la que apoyarse para sentir esperanza. Por eso muchas pobres almas tratan de encontrar religiones que les proporcionen ese eslabón perdido.

Lamentablemente, esto sólo les lleva a una mayor desesperación. Porque estas religiones se basan en una mentira.

Las mentiras os hacen daño, niños. Os dan una falsa sensación de seguridad. Estas religiones no tienen sustancia porque no siguen la Verdad, el camino del Señor.

Sabed que Nosotros, la Santísima Trinidad, somos vuestra familia. El Nuevo Cielo y la Nueva Tierra serán tu verdadero hogar.

Sígueme por el camino de la Verdad para que pueda llevarte a tu legítimo hogar.

Un hogar tan lleno de amor y alegría que es todo por lo que hay que esforzarse.

Por favor, abran los ojos porque ha llegado el momento de que el mundo esté finalmente presente con la Alianza de la Verdad.

Mi Muerte en la Cruz fue una Alianza para traerte la salvación.

Mi Segunda Venida es también una Alianza, la Alianza final, para llevarte a casa con Dios, el Creador de todas las cosas.

Mi Padre, Dios Altísimo, me envía ahora pronto para traer la Salvación a todos Sus hijos.

Sólo puedo hacer esto y cumplir la Promesa de Mi Padre si puedo salvar a cada alma.

No bloquees Mi Camino a causa de las dudas.

No rechaces Mis intentos de llevar la salvación a cada alma.

No pierdas la oportunidad de vivir una vida plena de amor, alegría y asombro, en paz y armonía, en la Nueva Era de Paz.

Tu Jesús