Si alabas a falsos dioses y pides grandes riquezas, riquezas y otros regalos, sólo para satisfacer tus lujurias atraerás al Príncipe de las Tinieblas

Mi querida hija el mundo y la gente que vive en él están en negación.

No creen en el Dios Verdadero, Mi Padre Eterno.

Ellos, en sus miles de millones, corren confundidos y persiguen por callejones sin salida en busca de un dios al que puedan rendir pleitesía.

El problema con los dioses, los falsos dioses que ponen en un pedestal, es que estos ídolos son de su propia creación. Su propia creación hecha para adaptarse a su interpretación de quién debe ser Dios.

Estos dioses, y Mi hija que han creado cientos de ellos, se forman a partir de su propia imaginación.

Estos mismos dioses sólo sirven a un propósito y es el de masajear las expectativas, nacidas del amor propio, en cuanto a lo que debería ser su dios ideal.

Los dioses que crean son elaborados. Apelan a su sentido del derecho divino de sus almas. Estas almas creen que sus dioses creados por ellas mismas promueven sus derechos a cosas maravillosas.

Para aquellos de ustedes que no aceptan la Verdad, la Existencia del único Dios Verdadero, sepan esto.

Sólo el Verdadero Creador de la humanidad puede darte libre albedrío.

Mi Padre nunca te obligará ni te ordenará hacer nada, porque esto es imposible.

Cuando pides a falsos dioses que te den riquezas, que te hagan triunfar o cuando buscas favores estás siendo egoísta.

Sólo cuando pides a Dios que te conceda dones, de acuerdo con Su Santa Voluntad, puedes comunicarte realmente con el único Dios Verdadero.

Si alabas a dioses falsos y pides grandes riquezas, riquezas y otros regalos, puramente para satisfacer tus lujurias atraerás al Príncipe de las Tinieblas.

Está esperando el momento de concederte tales favores. No le abras la puerta al Rey de la Mentira porque te saldrá muy caro.

Cambiará esos regalos mundanos a cambio de tu alma.

Tu Jesús