Dios Padre: Sólo cuando esté satisfecho legaré los Milagros más espectaculares para que el mundo sea testigo.

Mi queridísima hija que ningún hombre subestime la Fuerza de Mi Ira mientras la humanidad sucumbe aún más en las profundidades del pecado.

Os envié a los profetas. Luego envié a Mi Hijo Amado, a quien sacrifiqué para salvaros y luego envié más mensajeros, todo de poco provecho.

Pocas almas siquiera miraron tales mensajes de los profetas o aceptaron los signos dados al mundo por la Bendita Madre de Mi Amado Hijo.

Debido a Mi gran amor por ustedes, como Padre, les estoy dando a todos Mis hijos el Regalo de la Salvación una vez más. No deben ignorar a Mis profetas porque esto podría hacerles perder su lugar en la herencia, la cual he planeado para ustedes.

Hijos muchos de vosotros que creéis en Mí, vuestro Padre Eterno, no entendéis el secreto de la salvación.

Este camino hacia la perfección espiritual reside en tu capacidad de aceptar la purificación necesaria para asegurarte de que eres apto para presentarte ante Mí.

Muchas almas deben ser despojadas de todas las atracciones mundanas, distracciones y corrupción del alma.

Para aquellos de ustedes lo suficientemente afortunados como para haber soportado tal purificación, sabrán que hasta que se vuelvan, como un bebé, pequeños a Mis Ojos, serán incapaces de rendirse a Mi Santa Voluntad.

Lucha contra tal purificación y te será difícil redimirte ante Mis Ojos.

Cuando te liberes de todo lo que el mundo puede ofrecerte y te centres en Mi Hijo, te darás cuenta de que el único amor y alegría reales que existen proceden de Dios. Nada más, una vez que experimentes esto, podrá satisfacerte de nuevo.

Puedes resbalar de vez en cuando, pero esto es de esperar. Porque no puedes ser liberado del pecado hasta que el Nuevo Mundo comience y alinees tu voluntad a la Mía.

Mi Plan de Salvación, que sólo puede lograrse en la tierra por vuestra lealtad a Mi Precioso Hijo, ya ha comenzado. No tomará mucho tiempo para la conversión global. Esto será logrado a través de Mi profeta del fin de los tiempos y como resultado de La Gran Advertencia.

Sientan Mi Espíritu Santo, hijos, invadir su alma mientras se esparce muy rápidamente a través de la tierra.

Yo arranco a Mis hijos de su oscuridad espiritual en todas partes del mundo.

Necesito su sacrificio y oraciones para ayudar en la salvación de las almas.

Sólo cuando esté satisfecho legaré los Milagros más espectaculares para que el mundo sea testigo.

Cuando estos Milagros sean presentados multiplicarán la conversión que necesito para llevar a Mis hijos a la seguridad y al Nuevo Paraíso.

Sólo entonces podremos volver a ser una verdadera familia.

Os quiero, niños.

Me complacen aquellos de vosotros, generosos de corazón y puros de alma, que reconocéis esta Llamada Divina del Cielo.

Os bendigo a todos.

Dios Altísimo