sábado, 11 agosto 2012 20:10
¿por qué castigos?desmoralizaciónpecado mortalPurgatorioinmoralidadadulterioculto al cuerpodioses falsospaganismodestrucción de cultivosinundacionessatanismoaceptación del pecadomedios de comunicaciónasesinatoegoísmoorgullocastigo de Dioscambios en los patrones climáticosadvertencia del InfiernoidolatríaMi querida y amada hija las lluvias que caerán por todo el mundo representan el diluvio de lágrimas que caen de Mis Ojos al ver a los hijos de Dios vagar tan lejos del camino de la salvación eterna.
Las lluvias, las inundaciones y la destrucción de las cosechas que se avecinan serán el resultado de un castigo del Cielo.
Los valles de lágrimas brotarán por todas partes y se culpará al cambio climático y al calentamiento global. Pero no es así.
Mucha gente en el mundo no cree en Dios. No me honran a mí, Su Hijo Amado. En su lugar, se consumen con una pasión obsesiva por dioses falsos.
¿Qué quiero decir con esto?
Estas personas crean héroes e ídolos en el mundo de la televisión, la moda, la música y el deporte.
Luego los elevan a ídolos humanos y les rinden pleitesía.
A continuación, los idolatran de un modo que no sólo les perjudica a ellos, sino también a la persona a la que han encumbrado.
Creen que estos ídolos son sagrados y hacen todo lo posible por copiar su estilo de vida, su forma de vestir, su personalidad e incluso su aspecto físico.
Equivale a paganismo.
Todo esto ha sido predicho hija mía.
El mundo idolatrará a dioses falsos.
Estas personas están llenas de amor por sus cuerpos, por ellos mismos y con poca caridad o amor mostrado por su prójimo en sus corazones endurecidos.
Sus corazones se han convertido en piedra.
No aman a Dios. En cambio, han caído bajo el hechizo de Satanás que ha puesto estas creencias y pensamientos en sus mentes.
No hay respeto por el cuerpo humano.
El cuerpo ha sido creado por Dios y, como tal, es un templo diseñado en el que debe residir la presencia de Dios.
Cuando Satanás tienta a la humanidad se centra en el cuerpo y en el placer que busca a través de los sentidos.
Por eso el ser humano ama tanto su propio cuerpo y lo coloca en un pedestal.
Nunca contento con la forma en que Dios creó el cuerpo, intenta continuamente mejorarlo, cambiarlo y modificarlo para adaptarlo a su interpretación de la perfección.
La forma en que las mujeres, en particular, cambian su cuerpo y lo presentan al mundo de manera inmoral me repugna.
Las mujeres que no se avergüenzan de exponer su cuerpo cometen pecado, aunque no se den cuenta de ello. Piensan que es aceptable abusar del cuerpo con el que han nacido y exhibirse de una manera que puede ser causa de pecado.
Su amor propio es uno de los mayores pecados de soberbia. Luego convencen a las jóvenes de que es aceptable presentar así su cuerpo en público.
Tantos pecados de la carne se exhiben en el mundo y se consideran aceptables.
Sin embargo, todos ellos son castigados después de la muerte. No sólo se comete pecado, sino que se presenta como algo bueno.
El adulterio es hoy aceptable y aplaudido.
El asesinato ya no escandaliza y ya no hay respeto por la vida humana.
La inmoralidad sexual es desenfrenada y está justificada.
Los días de este comportamiento pecaminoso están llegando a su fin.
Hasta que la humanidad acepte que el pecado siempre será pecado, perderá el derecho a entrar en las Puertas del Paraíso.
Por cada pecado del que seas culpable, la parte del cuerpo utilizada al cometer el pecado, será quemada y purificada en el Purgatorio.
Si estás en pecado mortal sentirás el dolor del fuego desgarrando por toda la eternidad la parte de tu cuerpo utilizada para cometer el pecado. Este tormento no tendrá fin.
¿Por qué no escuchan a su corazón? Muchas personas saben que lo que hacen está mal, pero siguen pecando a pesar de todo, porque es aceptable a los ojos del mundo.
Las industrias del entretenimiento y los medios de comunicación han creado una falsa aceptación de tal comportamiento que muchas almas inocentes han sido corrompidas por las mentiras.
Sólo la Verdad puede salvarlos ahora. Se les está dando el Libro de la Verdad, pero ¿escucharán? Satanás y sus ángeles caídos harán todo lo posible para asegurarse de que no lo hagan.
Sólo cuando les lluevan los castigos del cielo tendrán que desechar sus hábitos vacíos, inútiles y repugnantes. Porque estarán demasiado ocupados intentando sobrevivir y llevarse el pan a la boca.
Lamentablemente, la humanidad sólo podrá purificarse en esta tierra mediante tales castigos.
Al recibir el don de la purificación, mientras viven, se les da la oportunidad de evitar los lagos de fuego.
Tu amado Salvador
Jesucristo