El amor es una señal de Dios. No importa qué religión o credo sigas, el amor sólo puede venir de Dios.

Mi querida y amada hija, quiero hablarte de la importancia del amor y de cómo, sin amor, el mundo no podría sobrevivir.

Dios es amor. El amor viene de Dios.

Donde encuentras el amor sientes al instante la presencia de Dios.

Casi todo el mundo siente amor en algún momento. El amor libera el alma y su pureza permite vislumbrar la profundidad del amor que Dios siente por cada uno de sus hijos.

El amor vence a la muerte.

El amor vence al mal.

El amor es eterno. Nunca puede morir porque viene de Dios y durará eternamente.

Cuando el amor es atacado en esta vida por el maligno, que actúa a través de las almas, sufre, se marchita y puede ser sustituido por la indiferencia o, a veces, por el odio.

Sólo a través del amor, especialmente mutuo, puede evolucionar la paz en el mundo.

Sin amor, la gente moriría y se volvería estéril.

Cuando amas a un niño estás sintiendo el mismo tipo de amor que Mi Padre tiene en Su Corazón por cada niño nacido en el mundo a través de Su creación.

Imagínese la angustia de unos padres cuando desaparece un hijo.

La pena, la preocupación y la ansiedad son idénticas a las que siente Mi Padre cuando Sus hijos vagan y se pierden de la Verdad de Su existencia.

Pues imagínese el horror que tiene que soportar un padre si no encuentra a su hijo.

¿Y si se pierden para siempre? Esta es la angustia que sufre Mi Padre cuando pierde a Sus hijos.

Nada le consuela hasta que pueda encontrarlos de nuevo o cuando se den la vuelta y vuelvan corriendo a casa de nuevo.

Toda la creación fue fundada por el amor de Mi Padre.

Su Amor inunda los Cielos y la tierra y es intensamente poderoso.

Todo fue creado por Su Amor Divino y Su generosidad de corazón para que pudiera compartir todas las maravillas de la creación con Sus hijos.

Su amor por Sus hijos nunca morirá.

Su traición por Lucifer, a quien lo dio todo, ha hecho que Su amor por la humanidad no haya sido correspondido por gran parte de la humanidad.

Pero como Padre siempre amoroso, Su amor es tan poderoso que nada puede matar Su amor por Sus hijos.

Su amor significa que cada persona ha recibido una segunda oportunidad.

La Advertencia, un gran Don sancionado por Mi Padre, es una llamada especial del Cielo.

Esta llamada, un gran milagro sobrenatural, os dará a cada uno de vosotros la oportunidad de salvaros; de ser llamados y de que se os dé la llave para abrir la puerta del Nuevo Paraíso en la tierra.

Aquellos que acepten la Llave del Paraíso derrotarán a la bestia.

El mundo se librará por fin del mal, del pecado, del sufrimiento y de todo dolor.

Reinará la paz.

El amor por Mi Padre florecerá finalmente y todos viviréis de acuerdo con Su Divina Voluntad.

El amor es una señal de Dios. No importa qué religión o credo sigas, el amor sólo puede venir de Dios.

Es la luz presente en todas las almas, incluso en las de los pecadores empedernidos, pues Dios no apaga nunca su luz.

Compréndelo. Abrázalo. Aférrate al amor porque te llevará a Él.

El amor te salvará de la oscuridad.

Tu Jesús