Un tercio de la tierra será destruido cuando los ángeles arrojen fuego desde los cuatro puntos cardinales.

Mi querida y amada hija el tiempo ha sido apartado para que estos, Mis Santos Mensajes al mundo, sean escuchados por cada alma, joven y vieja, a través de cada nación.

Muchos de los hijos de Dios se sentarán y escucharán Mis instrucciones si se les da acceso a estos mensajes.

Sabed ahora que ya han comenzado los cambios profetizados en los que las cosechas ya no darán sus frutos como antes y en los que las estaciones ya no serán las mismas.

Estos cambios son por la Mano de Mi Padre Eterno como Él trae en nuevas leyes de la tierra que ningún hombre dejará de notar.

Nada en el mundo regido por las leyes de la naturaleza permanecerá como antes.

Los mares se levantarán, las aguas se derramarán, la tierra temblará y el suelo se volverá estéril.

Mi Padre impondrá un gran castigo para detener la propagación del pecado que es fuente de gran dolor para Él.

Aquellas naciones que desafíen Sus Leyes sufrirán mucho. Pronto comprenderán que sus pecados ya no serán tolerados y serán castigados.

Su castigo es impedir que infesten a otras almas y, a menos que cambien sus perversas costumbres, se verán obligados a hacerlo por intervención divina.

Hija mia debes difundir Mi Palabra rapidamente ahora que La Advertencia se acerca.

Muchas naciones deben recibir el Libro de la Verdad para que puedan prepararse para Mi Segunda Venida.

El momento de Mi Segunda Venida será después del Aviso.

Los castigos, entregados por los ángeles en el Cielo, por orden de Mi Padre, han comenzado en etapas. Estos continuarán escalando a medida que el pecado continúe aumentando.

La batalla ha comenzado y las primeras fases pueden verse en muchos países.

Todos ustedes serán testigos de la destrucción climática que lloverá sobre la tierra mientras gime de dolor a causa de la degradación del pecado.

El temblor aumentará y nación tras nación sufrirá según la mancha del pecado que corrompe su núcleo.

Los lideres que siguen al anticristo no escaparan al Ojo de Mi Padre y seran destruidos.

Mi Padre castiga ahora a los que dirigen gobiernos malvados para salvar a Sus hijos de sus malvadas garras.

El no se quedara mirando como estos lideres, que siguen al anticristo que permanece oculto en este tiempo, destruyen a Sus hijos.

Un tercio de la tierra será destruido mientras los ángeles derraman fuego desde las cuatro esquinas de los Cielos.

Entonces muchos sabrán que algo anda mal y que es causado por la ira de Mi Padre.

Después de la Advertencia, muchos se convertirán. Sin embargo, muchos no lo harán, incluso cuando todos se les da la prueba del estado de sus almas.

Seguirán idolatrando los falsos atractivos que creen que les ofrece la tierra. Sólo que esta vez sus lujurias y los ídolos materiales que adoran serán aún más obscenos y perversos. Todos sus pecados, visibles para todos aquellos que puedan verlos por lo que son, se volverán tan feos que pocos de los hijos de Dios podrán soportar verlos.

Todo pecado abominable será exhibido públicamente con desprecio a Dios.

Cada acción degradará al pecador a tal profundidad que se comportará como un animal.

Desaparecerá todo respeto por el cuerpo humano y toda lujuria maligna será exhibida para que el mundo la vea sin ninguna vergüenza en sus almas.

Estos son los prisioneros de Satanás. Todos ellos son hijos de Dios, pero perderán sus almas a la bestia.

Los castigos forman parte de los planes de Dios para limpiar la tierra a fin de purificar tanto al pecador como el suelo que pisa.

Sólo cuando la tierra esté purificada podrá tener lugar Mi Segunda Venida.

Rezad, seguidores Míos, por el valor y la fortaleza para hacer frente a los castigos.

Nunca debéis temerles porque vosotros, Mi ejército, rezaréis por esas, esas naciones y ayudaréis en la purificación necesaria para la conversión de la humanidad.

El Sello del Dios Viviente os protegerá a todos y cada uno de vosotros.

Es por el amor que Mi Padre tiene por todos Sus hijos que debe castigarlos porque si no lo hace marcharán, sin saberlo, hacia las puertas del Infierno.

Tu Jesús